Los científicos que tratan de cazar los genes responsables del cociente intelectual solían pensar que había menos de una decena de éstos, pero en años recientes determinaron que pudiera haber al menos mil, cada uno de ellos con un efecto diminuto en las diferencias entre los CI de las personas.
Un estudio dado a conocer ayer encontró nueva evidencia de que muchos genes tienen un papel en la inteligencia, pero los científicos aún no pueden determinar los genes específicos.
«Ha sido como un choque al sistema que las pesquisas no hayan resultado», dijo el psicólogo Eric Turkheimer, de la Universidad de Virginia, que no participó en el estudio. «No podemos encontrar efectos suficientemente grandes en alguno de los genes específicos para ser considerados», agregó.
Estudios previos con gemelos y niños adoptados han concluido que los genes tienen una influencia significativa en las diferencias en CI, al producir aproximadamente la mitad de las diferencias entre adultos. La influencia de los genes en el CI parece aumentar de la niñez a la edad adulta.
Los científicos se han dado cuenta de que, al igual que con la estatura, las diferencias en inteligencia no provienen de unos cuantos genes, sino del efecto total de muchos, cada uno de ellos con influencia mínima. Eso dificulta su identificación.
El nuevo estudio de ADN, reportado ayer en la edición en la internet de la revista Molecular Psychiatry, llegó a conclusiones similares. Muchos genes colaboran para formar la inteligencia, en la misma forma en que diferentes instrumentos de una orquesta trabajan a la vez. A menos que haya un solista destacado, es muy difícil a menudo identificar las contribuciones de cada instrumento.
Aunque el papel de los genes en la inteligencia es muy importante, no están solos y el papel de la educación y las experiencias no puede ser subestimado.
Sin embargo, ¿por qué los estudiosos se preocupan tanto por la relación entre genes e inteligencia?
Nuestra memoria, capacidad de razonamiento y habilidades de pensar tienden a disminuir con la edad, en algunas personas más rápidamente que en otras. Entender la parte genética de la inteligencia pudiera un día ayudar a los científicos a lidiar mejor con enfermedades como el Alzheimer.
El nuevo estudio fue realizado por I.J. Deary, de la Universidad de Edimburgo y colegas de otros países.
El equipo quería determinar «si las diferencias genéticas que podíamos establecer en el ADN de las personas ayudaba a explicar algunas de las razones por las que las personas tienen diferentes resultados en los exámenes de inteligencia», dijo Deary en un mensaje electrónico.
Los científicos no identificaron los genes que afectasen el CI, pero estiman que encontraron una influencia genética que representa al menos de 40 a 505 de las diferencias en CI entre los 3.511 adultos en su estudio, que se sometieron a exámenes de conocimiento y capacidad para resolver problemas.
El estudio se centró en más de medio millón de partes de los ADN de los participantes, buscando alguna evidencia de genes de inteligencia. Los científicos concluyeron que el efecto general provenía de muchas diferencias genéticas, cada una de ellas mínima.