No quisiera repetir lo que ya ha sido investigado, por ello pido al cielo que lo que a continuación escribo sea algo poco conocido; veamos: el 15 de Septiembre de 1821 fue declarada nuestra Independencia en un Acta memorable, pero a los pocos días, el 5 de enero de 1822, quedó formalizada la anexión al imperio de Agustín de Iturbide, mientras tanto fue instalada una Junta Provisional Consultiva en Guatemala, una de sus comisiones fue la de Instrucción, presidida por el Lic. Miguel Larreinaga. En León, Intendencia de Nicaragua, fue instalada una Junta que desgraciadamente desconoció todo lo aprobado en Guatemala, decidiendo los leoneses seguir el pronunciamiento del Plan de Iguala en México.
Por su parte en Granada en una Junta Provincial Subalterna se decidió correr la misma suerte que Guatemala y su histórica Acta. Como podemos notar, las opiniones se dividieron a lo largo de varios pueblos. La Junta de Granada debía constar de cinco vocales y para elegirlos los ayuntamientos constitucionales de los pueblos debían proceder a votaciones, aquí hubo problemas, pues León amenazó con enviar tropas a Granada y Masaya, en tanto soldados de Granada debían marchar sobre Managua y León. En estos contratiempos tan lamentables se llegó a febrero de 1822 y hubo quejas ante el Jefe Político en Guatemala sobre continuas intervenciones ilegales de las autoridades de León sobre la Junta de Granada, aún estando ya el ejército de ocupación imperial mexicano, al mando de Vicente Filísola sobre El Salvador y Guatemala.
Los acontecimientos de aquella época son interesantes. El gobierno español intentaba recuperar sus colonias en América pero tantos años de monopolio comercial enriquecieron a grandes comerciantes que aprovechaban las ferias como la de Portobelo en Panamá, por su parte el imperio británico adquiría extensas posesiones en Belice y fomentaba el contrabando, así que fue la lucha de los criollos que deseaban tener ellos el control político y económico.