Para los antiguos griegos un museo (museion) era el “Santuario de las Musas”. En este lugar sagrado las deidades regidas por Mnemosine (la memoria) se dedicaban a rendirle culto a la inspiración, la filosofía, el conocimiento, la prudencia e ingenio. Más adelante la Dinastía Tolemaica (de Tolomeo) creó en Alejandría un salón destinado para las tertulias de los sabios y literatos del lugar, llamado “Museion”.
Este ambiente poco a poco se fue consagrando al resguardo de las ciencias, las bellas artes y los libros. Hoy por hoy existen museos dedicados a infinidad de temas, sucesos y acontecimientos. En 1986, en la Ciudad de Guatemala, se fundó el primer museo industrial del país nominado “Museo Bodegas del Siglo XIX”, de Cervecería Centro Americana, S.A. La razón de ser de este espacio es revivir la historia desde su fundación, mostrando al público visitante la maquinaria antigua que utilizaba en sus comienzos la Cervecería, complementada con una hermosa colección de fotografías antiguas y modernas que nos transportan al pasado y nos regresan al presente en un abrir y cerrar de ojos. Todos estos equipos, herramientas y aparatos son como una paleta mágica del tiempo, que pinta físicamente toda una herencia y raigambre familiar que comenzó hace 125 años. En este preciado lugar se atesora toda clase de artefactos. Al entrar al recinto se observa una suave cascada de agua sobre una tubería, simulación del proceso de enfriamiento del mosto. Luego advertimos una ‘llenadora de barriles’, máquina de hierro y bronce que comenzó a utilizarse en 1925. En otro de los salones vemos la parte interior de uno de los tanques de fermentación que fueron utilizados en los años treinta. Adentrándonos un poco más notamos un compresor marca York de 1940. Una de las áreas más atractivas del museo es la que yo nombraría “El Mesón de los Castillo”, porque las paredes de ladrillo visto y la disposición de cada uno de los objetos, que adornan de manera histórica y placentera el rincón, me recuerdan una tarjeta postal que he guardado durante años en la que se distingue una antigua taberna europea semejante a este sitio del museo. Allí mismo se exhiben en una amplia vitrina las diferentes marcas de cerveza. Todas las botellas están muy bien colocadas, encontrándose entre ellas una muy particular, por la forma compacta de la misma: ‘Gallo Medalla de Oro’, que fue producida en conmemoración de las medallas que desde los comienzos de su fabricación había obtenido Cerveza Gallo. Por ejemplo en 1915 obtuvo la Medalla de Oro de la Feria Internacional Panamá-Pacífico. En el año 2003 el Instituto para la selección de la calidad de Bélgica le otorgó el ‘Prestige Award’ por haber obtenido en 10 años consecutivos la Medalla de Oro ‘Monde Selection’. Es importante mencionar un relato que surgió a raíz del primer nombre de la cerveza en 1886, ‘Lager-Bier’, distinguiéndose el producto más por un gallo pintado en la botella que por el nombre de la cerveza. Para las personas en general era más sencillo identificar la bebida como “la del gallo”, por lo que luego cambió a Cerveza Gallo. La disposición del museo se complementa con un hermoso reloj antiguo de cuerda, que se encuentra en uno de los principales salones. Cuando con mi esposo Carlos-Rafael Pérez Díaz visitamos el museo, el lunes 19 de noviembre de 2012, el reloj estaba sin agujas, por mantenimiento, convirtiéndose para mí en el centinela, el vigilante de la eternidad en el vaivén del valor productivo de los días. El “Museo Bodegas del Siglo XIX” se encuentra dentro de las instalaciones de Cervecería Centro Americana, S.A., 3a avenida final, Finca El Zapote zona 2, y puede ser visitado de lunes a jueves de 9 de la mañana a 5 de la tarde, y los viernes de 9 a 4 de la tarde.