Murray busca ante Federer hacer historia


Con el suizo Roger Federer habiendo batido todos los récords, le toca al británico Andy Murray hacer historia en la final del Abierto de Australia de tenis, en la que se medirá al helvético pudiendo sumar el primer Grand Slam del Reino Unido desde 1936.


Después de que el argentino Juan Martí­n del Potro ganara el pasado mes de septiembre a Federer, número uno del mundo, en la final del US Open, algo parece que ha cambiado en la ví­spera de la final del Grand Slam australiano.

Sin que el español Rafael Nadal, que se retiró por lesión, pueda defender su tí­tulo del torneo «grande» de Australia, la final que disputarán Murray y Federer promete un gran espectáculo, pues tanto el británico como el suizo han dominado el certamen.

Hasta ahora, una final de un Gran Slam era una buena ocasión para asistir a un nuevo capí­tulo de la rivalidad entre Federer y Nadal y en la que se esperaba que el número uno del ránking de la ATP pudiera vencer para batir un nuevo récord.

Después de haber logrado el «doblete» la temporada pasada, con victorias en el Abierto de Francia de Roland Garros y en Wimbledon, la situación ha cambiado, sobre todo porque el suizo ya no tiene desafí­os claros que superar en la 20ª final de un Grand Slam que disputa, cifra que supone otro récord.

Pese a la falta de retos aparentes, el helvético puede convertirse en el primer jugador que es padre y se impone en Melbourne después de que el estadounidense Andre Agassi lo hiciera en 2003 y también puede, si logra su cuarta victoria en Australia, igualar el palmarés del norteamericano en el torneo australiano.

También puede elevar su récord de tí­tulos en torneos del Grand Slam a 16, convirtiéndolo en más inaccesible. Pero la leyenda de Federer ya está construida y esto se siente en su comportamiento en Melbourne, donde está más suelto que nunca.

En el estadio, juega con las chicas, se pasea tranquilamente en los pasillos, se para, habla. En la ví­spera del torneo, apareció en una exhibición de beneficencia para las ví­ctimas del terrmoto de Haití­. Además, sus debates con la prensa se prolongan más de lo habitual.

«Desde que gané en Roland Garros ya no necesito responder a todas las cuestiones estúpidas. Puedo saborear más mis torneos», explica Federer, haciendo alusión a las habituales preguntas que le hací­an sobre si era capaz de superar unos récords que hoy posee y que puede ampliar.

En este contexto, le toca a Andy Murray que le plantean interrogantes. «Andy, ¿Para cuándo»?, se pregunta sin descanso la prensa británica, que quiere ver al escocés como sucesor de Fred Perry, el último vencedor del Reino Unido en un torneo del Grand Slam, en 1936.

«Hace mucho tiempo», reconoció Murray, sobre quien pesan enormes expectativas. «Quiero ganar, primero, por mis padres y mis allegados», estimó el jugador, que presenta muy buenos datos antes de medirse a Federer, con seis victorias y cuatro derrotas.

«Tengo el juego para ganarle», consideró Murray, aunque el suizo se impuso en sus dos últimos enfrentamientos y en la última final que disputaron.

Sin embargo, el escocés está mejor que hace 16 meses, cuando perdió su primera final de un torneo «grande» del circuito, disputada en el US Open precisamente ante Federer.