Murió J. D. Salinger


Una edición del libro

El legendario escritor J.D. Salinger murió a los 91 años tras medio siglo sin publicar desde la reclusión voluntaria de su domicilio de New Hampshire, generando interrogantes acerca de la mina de oro que constituirí­a la publicación o adaptación al cine de sus obras.


Tras el inmenso éxito cosechado en 1951 con «El Guardián en el Centeno», novela sobre la rebelión adolescente y uno de los 25 best-sellers de la literatura norteamericana, Salinger no habí­a publicado nada desde 1965 y no otorgó entrevistas en los últimos 28 años.

Sin embargo, en el refugio de su casa situada sobre una colina arbolada de Cornish, pequeña localidad de New Hampshire (noreste de Estados Unidos), seguí­a escribiendo.

«Es maravillosamente apacible no publicar nada», dijo Salinger al New York Times en 1974. «Publicar constituye una terrible violación de mi intimidad. Me gusta escribir, adoro escribir, y les aseguro que escribo regularmente. Pero escribo para mí­ y para mi propio placer, y quiero que me dejen en paz».

La hija del escritor, así­ como una ex amante, también confirmaron que Jerome David Salinger seguí­a escribiendo. Sin embargo, ninguno de sus manuscritos alcanzó el despacho de los editores en más de cuatro décadas, a pesar del éxito garantizado que tendrí­a cualquier obra entre las legiones de admiradores.

Según uno de sus editores, Roger Lathbury, profesor de la Universidad George Mason que dirige la editorial Orchises de Virginia, «las obras que produjo tras su última publicación en 1965 supongo que se conservaron. Ahora forman parte de su legado literario, que será administrado por quien él haya designado como heredero».

«El Guardián en el Centeno» sigue vendiendo decenas de miles de ejemplares cada año, cerca de 60 años después de su publicación. Y sigue siendo la obra de referencia de muchos rebeldes: el hombre que habí­a asesinado a John Lennon en 1980, David Chapman, habí­a declarado que podí­a hallarse la explicación de su acto en las páginas de esa novela.

En 1997, versiones sobre la inminente publicación como libro de «Hapworth 16: 1924», una historia corta divulgada en las páginas de la revista New Yorker, hizo mucho ruido en los cí­rculos literarios. Pero la publicación fue luego postergada varias veces.

Del mismo modo, Salinger siempre se negó a vender los derechos de adaptación al cine de «El Guardián en el Centeno».

En 1955, tras un primer matrimonio con una alemana, Salinger se habí­a casado con una estudiante, Claire Douglas, con quien tuvo un hijo, Matt, y una hija, Margaret.

La palabra está ahora en manos de sus herederos, especialmente de su hijo, que anunció el jueves la muerte del escritor.

Tras divorciarse, J.D. Salinger entabla una relación con una joven de 18 años, Joyce Maynard, con la cual habí­a mantenido una correspondencia. Algunas de esas cartas se vendieron en 1999 por más de 150.000 dólares en una subasta, signo de la popularidad de su autor. En vida, Salinger recurrió varias veces a la justicia para impedir la venta pública de sus cartas.

También habí­a atacado en la justicia a un autor sueco que habí­a utilizado el personaje del «Guardián en el Centeno», Holden Caulfield, para escribir una suerte de segunda parte de la novela.

J.D. SALINGER Novelista solitario


El escritor J. D. Salinger, fallecido en Estados Unidos a los 91 años y autor de la famosa novela «El guardián entre el centeno» sobre la adolescencia rebelde, viví­a sin publicar desde hace medio siglo.

Uno de los escritores más admirados e influyentes de Estados Unidos tras el éxito de su novela escrita en 1951 sobre el antihéroe Holden Caulfield, Salinger no publicaba nada desde 1965 y dio su última entrevista en 1980.

Falleció el miércoles a los 91 años en su domicilio de New Hampshire (noreste de Estados Unidos), indicó sin más detalles su agente literario Harold Ober Associates.

Las últimas décadas de su vida estuvieron sumidas en el misterio. Tras ser avasallado por la fama, Salinger se retiró de la vida pública a su casa situada en una colina apartada de la pequeña localidad de Cornish.

Según testimonios de su hija y de una ex amante, Salinger todaví­a escribí­a pero en las últimas décadas se abstuvo de publicar libro alguno.

En una entrevista concedida excepcionalmente al Boston Globe en 1980, Salinger dijo: «Me gusta escribir y le aseguro que escribo regularmente. Pero escribo para mí­ y quiero que me dejen absolutamente tranquilo».

Jerome David Salinger nació el dí­a de Año Nuevo de 1919 en Manhattan, hijo de una madre irlandesa y un padre judí­o de origen polaco.

Comenzó a escribir desde adolescente. En 1940, su primer cuento «Los Jóvenes» sobre un grupo de adolescentes sin rumbo, fue publicado en la revista «Story».

Luego vino la entrada de Estados Unidos en la guerra y el joven Salinger se enlistó en 1942. Participó en la invasión de Normandí­a y su experiencia de la guerra lo marcó para toda la vida.

Tras el conflicto se casó con una mujer alemana, pero el casamiento fracasó unos meses después y Salinger volvió a dedicarse con pasión a la escritura.

En 1948 publica el cuento «Un dí­a perfecto para el pez banana» en la revista New Yorker, que dio a conocer su nombre. También lanzó a la fama a la familia Glass, con sus siete tumultuosos hijos Buddy, Boo Boo, Walt, Waker, Zooey y Franny, que poblaron muchos de sus escritos posteriores.

Pero es «El Guardián entre el Centeno», publicada tres años después, la que consagra su reputación. El libro fue un éxito instantáneo y sigue siendo leí­do en muchas escuelas, vendiendo unos 250.000 ejemplares por año.

Las aventuras de Holden Caulfield, de 17 años, en su camino de regreso a casa tras ser expulsado de la escuela, fascinó a varias generaciones de adolescentes atormentados.

La novela fue criticada en la época de su publicación por su lenguaje y sus frecuentes referencias al sexo. Discreto y reservado, Salinger padeció la fama como una opresión y en 1953 se mudó a la tranquila Cornish, con la esperanza de que lo dejaran en paz.

Publicó otras colecciones de cuentos e historias cortas, tales como «Franny and Zooey», hasta su última obra publicada por el New Yorker en 1965: «Hapworth 16: 1924».

«Hay una paz maravillosa en el hecho de no publicar. Es algo muy sereno», dijo Salinger en 1974 cuando rompió más de 20 años de silencio en una entrevista telefónica con el New York Times.

«La publicación es una terrible invasión de mi vida privada. Me gusta escribir. Adoro escribir. Pero lo hago para mí­ y para mi propio placer».

En 1955 se casó con una joven estudiante, Claire Douglas, con quien tuvo dos hijos, Margaret y Matt. En sus memorias, Margaret cuenta una infancia difí­cil y describe a su padre como un hombre autoritario que mantení­a a su esposa como una «virtual prisionera».

Se divorciaron en 1967, y en 1972 Salinger inició una relación a largo plazo con Joyce Maynard, con quien habí­a intercambiado correspondencia.

Señal del gran interés que suscita su figura, algunas de las cartas que escribió a Maynard se vendieron por más de 150.000 dólares en una subasta en 1999.

Salinger permaneció en su casa de Cornish hasta el último dí­a de su vida, y estaba casado con Collen O»Neill desde los años 80. Protegió ferozmente hasta el final su vida privada, recurriendo incluso a la justicia para impedir la publicación de sus cartas y rechazando todas las propuestas de adaptación al cine de «El guardián en el centeno».

El libro impactó a varias generaciones de jóvenes y fue incluso evocado por el asesino de John Lennon, David Champan, al ser interrogado por la policí­a acerca de la motivación de su acto.

Uno de los últimos epidodios públicos de su vida fue la decisión judicial norteamericana en julio del año pasado de impedir la publicación de una especie de segunda parte a la famosa novela escrita por un sueco.

«No hay nada más que decir sobre Holden Caulfield», dijo el novelista al Boston Globe. «Lean otra vez el libro. Ahí­ está todo».