El ex presidente del gobierno español Leopoldo Calvo Sotelo, que tuvo que afrontar el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 durante su investidura, murió hoy a los 82 años en Madrid, anunció la familia.
Calvo Sotelo, que ha fallecido de una parada cardiorrespiratoria en su domicilio de Pozuelo de Alarcón (al norte de Madrid), había dirigido el ejecutivo español durante poco menos de dos años entre febrero de 1981 y diciembre de 1982 siendo sucedido por el socialista Felipe González.
El ex presidente fallecido había sustituido al frente del ejecutivo al primer presidente de la democracia, el centrista Adolfo Suárez, uno de los hombres clave de la transición democrática española tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, quien había dimitido debido a las luchas internas en su partido y la difícil situación del país.
Su investidura por parte de los diputados españoles se vio marcada el 23 de febrero de 1981 por el intento de golpe de Estado dirigido por el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero.
Durante esa noche, el rey Juan Carlos I de España salió en televisión para mostrar su apoyo a la Constitución y ordenar a las Fuerzas Armadas que defendieran el orden constitucional, emanado de la aprobación de la actual Constitución española en 1978.
Dos días más tarde, tras el fin de la intentona golpista que acabó con la rendición de los sublevados, Calvo Sotelo fue investido por mayoría absoluta en una nueva sesión.
Calvo Sotelo, nacido en la localidad gallega de Ribadeo (noroeste) el 14 de abril de 1926, casado y padre de ocho hijos, se convirtió así en el primer y hasta la fecha único presidente español en llegar a la jefatura del gobierno sin ser elegido en las urnas.
Su corta estancia a la cabeza del ejecutivo español se recuerda especialmente por ser el periodo en que España ingresó en la OTAN en mayo de 1982.
Nombrado procurador en Cortes en 1971, en los últimos años del franquismo, este ingeniero de caminos dio el salto político definitivo tras la muerte del dictador al ser nombrado ministro de Comercio entre 1975 y 1976 en el primer gobierno de la monarquía para pasar a ser titular de Obras Públicas con Adolfo Suárez (1976-1977).
Miembro de la Unión de Centro Democrático (UCD) de Suárez, Calvo Sotelo fue sucesivamente ministro de Relaciones con las Comunidades Europeas y vicepresidente segundo para Asuntos Económicos en los gabinetes del primer presidente de la democracia, hasta que tras la dimisión de éste último en enero de 1981, fue propuesto para sustituirle.
Considerado un hombre frío y sobrio, gobernó durante cerca de dos años hasta que las luchas internas en la UCD llevaron al fin de su gobierno en agosto de 1982 y tras las elecciones generales de octubre de ese año fue sucedido por Felipe González, cuyo Partido Socialista había ganado con mayoría absoluta.
Durante los años 80, Calvo Sotelo estuvo en la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa y en el Parlamento Europeo hasta que en 1987 se retiró de la política activa para pasar a la actividad privada, al tiempo que participaba en conferencias, artículos o entrevistas de carácter político.
Su sorpresiva muerte este sábado ha conmocionado al mundo político español. El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se puso en contacto con la familia para expresarles su pésame, según fuentes gubernamentales.
El jefe de la oposición conservadora, Mariano Rajoy, destacó que «la pérdida de una figura de la calidad humana y de la relevancia como Calvo Sotelo no puede sino sumirnos en la tristeza al tiempo que nos obliga a mostrar agradecimiento por el ejemplo vital y político que nos deja».
Ambos tienen previsto asistir a la capilla ardiente del fallecido ex presidente que se instalará el domingo en el Congreso de los Diputados.
El lunes será enterrado en su localidad natal de Ribadeo y en tres o cuatro días podría tener lugar un funeral de Estado con la presencia de la Familia Real.