El aclamado escritor español Antonio Muñoz Molina dijo ayer que aceptará un prestigioso premio literario israelí pese a las exhortaciones de activistas pro palestinos a boicotear el estado judío.
Muñoz Molina explicó que no se considera «cómplice» de las políticas israelíes hacia los palestinos por aceptar el Premio Jerusalén, que se otorga cada dos años a autores que exploran temas sobre la libertad humana en la sociedad.
«No conozco a nadie que sea más lúcido y crítico de lo que hace el Estado de Israel que algunos israelíes», afirmó Molina. «Hay quien me dice que tengo las manos manchadas de sangre y yo no tengo esa impresión».
Los artistas internacionales suelen ser presionados por los activistas pro palestinos para que no viajen a Israel ni acepten sus premios, por considerar que esta nación debería ser censurada por su control militar sobre los palestinos.
Molina, cuya prosa fue conformada por su crianza en una familia de clase trabajadora en un pueblo provincial durante el régimen del dictador Francisco Franco, ha residido en la ciudad de Nueva York durante gran parte de los últimos 13 años. Dijo que se sentía honrado de recibir el premio.
Muñoz Molina, de 57 años, dijo que sentía afinidad por Israel al afirmar que a veces no era entendido correctamente al igual que su España natal. Y describió que sus propias políticas reflejaban las del galardonado autor israelí David Grossman, que frecuentemente critica las políticas israelíes y su ocupación de Cisjordania, que comenzó en 1967.
El escritor español dijo que nunca visitó las áreas donde Israel mantiene control militar sobre los palestinos. Agregó que no tendría tiempo en su viaje de cuatro días, pero que se proponía hacerlo en el futuro.
El autor dijo que había sido presionado para no aceptar el premio, pero que hasta donde sabía ningún palestino intentó contactarlo.
Su más reciente novela es «La noche de los tiempos».