El presidente de Uruguay, José Mujica, defendió hoy en Washington la necesidad de garantizar tanto a nivel doméstico como mundial que el crecimiento de la economía sea justo, lo que significa, subrayó, que debe ser «distribuido» entre toda una población que para ello, además, tiene que estar mejor capacitada.
En un discurso pronunciado ante la Cámara de Comercio estadounidense en Washington, a pocos pasos de la Casa Blanca que visitó la víspera, Mujica, de nuevo de traje pero sin corbata, destacó los avances de su país en la última década y subrayó la fórmula en la que a su juicio reside el éxito del país sudamericano: «Hemos logrado distribuir al mismo tiempo que crecíamos».
Y según el líder de izquierdas uruguayo, esa fórmula debe aplicarse también de forma global, lo que a su vez implica replantearse el cada vez más insondable entramado comercial del planeta.
«Nos pasamos 40-50 años en esa comedia, y empezó en Punta del Este, intentando montar un mecanismo de libre comercio crecientemente y negociado para el mundo entero (…) no un bloque contra otro, y hemos retrocedido firmando tratados de libre comercio a troche y moche de tal modo que hoy hay que poner un semáforo para entender el comercio mundial, de cómo se entrecruzan las líneas y cada vez lo hacemos más difícil», criticó.
Frente a esta situación, «el mundo lo que precisa es integración global», subrayó Mujica.
«Hay que hacerse cargo del planeta entero, esto no se arregla buscando juntarse una barra de fuertes para frenar la competitividad china, tenemos que luchar por integrar el mundo entero y hacerlo cada vez más abierto y con menos trabas», insistió.
«Y tenemos que hacernos cargo de los pobres del mundo (…) y eso necesita mejor comercio y mayor libertad de comercio y mejor intercambio, y no al revés», apostilló.
En su discurso ante empresarios estadounidenses y uruguayos, Mujica retomó hoy también su argumento acerca de la importancia de mejorar la educación, concretamente en Uruguay, pero también en otras partes del mundo, como condición indispensable para poder mantener el progreso.
«Progresar es tener (también) más problemas, topes, y el primer tope es que nos falta gente preparada», indicó.
Tal como hiciera el lunes ante Barack Obama, Mujica insistió hoy en la necesidad de que Uruguay no sólo siga enviando a jóvenes a estudiar al extranjero, sino que el país sea capaz de atraer a profesores y expertos que propaguen el conocimiento en el propio país sudamericano.
«Tenemos que lograr una superación muy fuerte en el campo y en la docencia, porque ahora no vamos a poder seguir haciendo un poco más de lo mismo, tenemos que ir a otra categoría, dar un salto, y ese salto significa mayor calificación de nuestro trabajo, y eso significa mucho más inversión y mucha más inversión humana», recalcó.
Sin olvidar el auditorio al que se dirigía, Mujica también aseguró hoy que Uruguay es un país por el que «vale la pena apostar» ya que es una nación «decente», con bajos niveles de corrupción y muchas posibilidades de inversión.
En este sentido, afirmó que en los últimos años su país ha logrado romper el «círculo vicioso» en el que se encontraba y promover de forma decidida la inversión, también de forma interna, hasta pasar de unas cifras de 170-180 millones de dólares en inversión hace nueve años a los casi 3.000 millones que se lograrán éste, con visas de seguir aumentando.
«Puedo garantizar que cuando este gobierno se vaya (…) los números van a saltar a 4.000 o 5.000 millones de dólares», dijo.
Entre los grandes proyectos de futuro que dijo visualizar, más allá de que el Uruguay «va a volver a tener una planta gigantesca de celulosa, la más grande del mundo», Mujica destacó hoy dos grandes iniciativas.
Por un lado, intentar lograr la «masificación del riego» en todo el país para dejar de «tirar riqueza» al dejar que el agua dulce se pierda al mezclarse con la salada. «Empieza a ser criminal que el Uruguay no gaste una fortuna en inversiones de riego», sostuvo.
Del lado de la «logística», Mujica también aseguró que su gobierno «pelea y sueña» con la construcción de un puerto de aguas profundas, un proyecto que, subrayó, debe ser regional, con la participación especial de Brasil.
La comparecencia en la Cámara de Comercio estadounidense abrió la segunda jornada de trabajo de Mujica en Washington, un día en el que se reunirá también con el secretario de Estado, John Kerry, y pronunciará otro discurso en la American University.
Asimismo, ofrecerá un almuerzo a autoridades, congresistas, magistrados y otras «personas relevantes de la política y el mundo empresarial» estadounidenses, según su agenda oficial.