El presidente electo de Uruguay, el ex guerrillero José Mujica, que contará con una estrecha mayoría parlamentaria, comenzó a conversar con las otras fuerzas políticas para llegar a acuerdos que podrían suponer, incluso, la entrada de la oposición en el próximo gobierno.
Mujica, de la coalición oficialista de izquierda Frente Amplio, se reunirá el próximo viernes con el líder del Partido Nacional (centroderecha) y su rival en el balotaje del domingo, el ex presidente Luis Lacalle (1990-1995).
El encuentro será «para encarar» los temas educación, seguridad, energía y medio ambiente, pero «con espíritu de agenda abierta», dijo el presidente electo.
«Mujica es mano», dijeron fuentes del PN, una expresión que se utiliza en el Truco (juego de baraja), que significa que le toca empezar.
«Estamos dispuestos a negociar, y por ahora no descartamos nada, ni siquiera la posibilidad de integrar el gabinete», indicaron las fuentes, que pidieron no ser identificadas.
Mujica, ex líder del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, guerrilla urbana que actuó a fines de los «60 y principios de los «70, obtuvo poco menos del 53% de los votos en el balotaje del domingo, mientras Lacalle cosechó poco más de 43%.
El lunes, a última hora de la tarde, Mujica se reunió con el líder del Partido Colorado (centroderecha), Pedro Bordaberry, y pactaron crear comisiones con técnicos para discutir los mencionados temas.
Al salir del encuentro, Bordaberry, que obtuvo 17% de los votos en la primera vuelta del 25 de octubre y apoyó a Lacalle en el balotaje, dijo que no estaba trabajando para «buscar un gobierno de coalición sino buscar cosas en que los uruguayos nos pongamos de acuerdo para solucionarlas».
«La reunión con Bordaberry fue muy buena y muy abierta», dijo por su lado Mujica.
El Comité Ejecutivo Nacional del PC (centroderecha), que se había reunido más temprano, señaló a través de su vocero, el diputado Daniel Bianchi, que «se decidió no hablar de cargos sino de contenidos».
El presidente electo se puso como prioridad llegar a acuerdos con la oposición, pese a que tendrá mayoría parlamentaria: 16 sobre 30 bancas en la Cámara de Senadores y 50 diputados sobre 99 en la de Representantes.
El PN, por su lado, tendrá 9 senadores y 30 diputados; el PC 5 senadores y 17 diputados y el Partido Independiente (PI, centroizquierda) 2 diputados.
Pero hay muchos asuntos que requieren mayorías especiales, por lo que necesitará votos de la oposición.
Sin embargo, el ofrecimiento de Mujica para acordar con la oposición, «más que cálculo, es una convicción», dijo a AFP el politólogo Adolfo Garcé.
«Es una manera de entender la política. Está convencido», afirmó, y agregó, en referencia al pasado tupamaro de Mujica, que «cualquiera que conozca la cultura tupa, sabe esto».
De hecho, la posibilidad de incluir a la oposición en el gabinete le genera problemas en la interna del FA.
«Ya mismo hay resistencias en la interna del FA porque deberán resignar cargos», dijo Garcé.
Los distintos sectores de la coalición hacen llegar sus aspiraciones en el futuro gabinete, pero el presidente electo no ha respondido, pues busca tener las manos libres para negociar con los otros partidos.
No obstante, hay un límite de tiempo: el comando político del FA determinó que para el jueves 17 de diciembre debería estar conformado el gabinete para iniciar la transición con el gobierno saliente del presidente Tabaré Vázquez, antes de la toma de posesión el 1 de marzo de 2010.