Mujeres son más vulnerables a un atraco que un hombre


El cadáver de una mujer yace en el suelo, a su alrededor varios casquillos de bala.

Una mujer es más vulnerable a un asalto que un hombre, debido a que los delincuentes saben que la mayorí­a de ellas no van armadas y que ante la amenaza con un arma de fuego fácilmente entregarán sus pertenencias.

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

Según Jorge Luis Cujá, jefe de la Unidad contra Robos y Atracos de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC), las ví­ctimas más comunes de robo de vehí­culos y celulares son las mujeres, quienes son controladas cuando caminan solas por la calle, o bien porque llevan los vidrios bajos de su vehí­culo, cuando hablan por teléfono.

A criterio del jefe policial, las bandas de atracadores están conformadas por hombres, quienes saben perfectamente cómo intimidar a su ví­ctima y sacar provecho de la crisis nerviosa que les provoca el susto.

Cujá dice que según la información recopilada, los atracadores utilizan palabras soeces para asustar a las personas, tienen reacciones hostiles y utilizan armas de fuego que acercan con intención de provocar reacciones fuertes a su ví­ctima.

En algunos casos la intimidación se convierte en una realidad cuando los victimarios no logran controlar el nerviosismo que les provoca el grito o la súplica de las afectadas, porque disparan sin medir las consecuencias.

De acuerdo con la DEIC, los puntos más conflictivos son la calzada San Juan, el Bulevar Liberación, la calzada Roosevelt y la Avenida Bolí­var.

CIFRA NEGRA

Según un investigador del módulo, es difí­cil contrarrestar la problemática porque las ví­ctimas no ponen una denuncia para esclarecer el robo, por lo que el subregistro es conocido como «cifra negra».

Los datos que logran ser recopilados responden a las denuncias informales, que las ví­ctimas prefieren dejarlo como «confidencial», pues no pretenden acompañar al investigador en las pesquisas correspondientes.

Además, otro factor que no permite una investigación exhaustiva es que los datos proporcionados por la ví­ctima son pocos e insuficientes para ofrecerlos como medio de prueba en las pesquisas.

«Por ejemplo, cuando el asaltante va en motocicleta solo dicen «el vehí­culo era de color negro», pero esto no es suficiente, lo ideal serí­a que anotaran el número de placa; con esos datos nosotros encontramos otras caracterí­sticas que pueden ayudarnos, dice Cujá.

SIN EXCUSAS

Eleonora Muralles, directora de la asociación Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro (FADS), insta a las ví­ctimas a denunciar los atracos y hechos de violencia que se suscitan en su contra, ya que de esta forma se sustentará una investigación y por consiguiente se exigirán resultados, sin excusas de que no existe denuncia formal.

A decir de Muralles, es verí­dico lo que afirman las fuerzas policiales sobre la falta de la denuncia formal, y en parte se debe a la falta de confianza hacia la institución, pero es importante que la población aprenda a divulgar estos hechos por su propio bien.

ALERTA

Miembros de la DEIC y de FADS recomiendan:

– Estar alerta frente a los hechos delincuenciales, observar para todas partes y verificar que nadie se acerque lentamente, si esto sucede es necesario desviarse hacia otra ruta o solicitar ayuda a las fuerzas de seguridad.

– Evitar frecuentar caminos o carreteras usuales, buscar otras alternativas para no ser controlada por nadie, previo a un asalto.

– No hablar por teléfono cuando se conduce por la carretera, en vehí­culo, en bus o a pie.

– Asegurar las puertas del vehí­culo y evitar mantener los vidrios bajos.

– Si es atracada, trate de guardar la calma y observar las caracterí­sticas del atracador y del vehí­culo si se transporta en este.

– La DEIC cuenta con un programa para elaborar retratos robot, que pueden servir para identificar al victimario, o bien, cuentan con un álbum con los rostros de personas capturadas por este delito.

– Evitar crisis nerviosa, porque esto puede alterar al delincuente.

– No insultar al victimario porque puede ponerse violento y arremeter contra su ví­ctima con facilidad.

– Conducir al centro de la carretera para no ser emboscada por grupos de delincuentes.

– Contribuir con la Policí­a y ofrecer datos que servirán para apoyar a futuras ví­ctimas o bien para recuperar el bien robado.

– Si se conduce a pie, no utilizar joyas que llamen la atención, porque la posibilidad de un asalto en el bus, en un vehí­culo o en la calle, es grande.