Mujeres buscan un cambio social al formar a lideresas departamentales


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Unas 40 mujeres, que integran los Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) y trabajadoras de instituciones públicas, participan en el diplomado “Fortaleciendo las relaciones interinstitucionales y organizativas”, que imparte la Alianza Polí­tica del sector de mujeres del Colectivo Casa Artesana de Guatemala, con el fin de propiciar la búsqueda de soluciones para la transformación de la realidad actual, informó Sandra Morán.

Por José Fredy López IZABAL / Agencia CERIGUA

Morán, coordinadora del diplomado, dijo a Cerigua que durante un año se reunirán una vez al mes en Puerto Barrios, Izabal, para discutir y analizar las diferentes situaciones que afectan a las mujeres, principalmente que puedan identificar las raí­ces de la opresión en la que históricamente ha vivido ese sector social, para lo cual analizan la cultura del patriarcado, el capitalismo y el colonialismo.

Si no se identifican plenamente los orí­genes de la opresión no se pueden generar procesos de cambio, pues es importante saber que ésta es un medio a través del cual se defiende y promueve el ejercicio de un poder ya establecido y ejercido por determinadas personas o grupos, por lo que las lideresas, activistas y trabajadoras púbicas deben tener además una concepción clara de los orí­genes de la violencia, el hambre y la pobreza, destacó Morán.

Por su parte, Reina Méndez, lideresa participante en el referido curso, indicó que los conocimientos adquiridos serán de utilidad para desarrollar un mejor trabajo a favor de la comunidad, en materia de elaboración y gestión de proyectos, particularmente a favor de las mujeres.

Dania Roldán, de la Defensorí­a de la Mujer, Niñez y Adolescencia, de la Procuradurí­a de los Derechos Humanos (PDH), en Izabal, señaló que esa entidad apoya los procesos de formación y capacitación del sector femenino en Izabal, pues han alcanzado un grado protagónico de participación e incidencia polí­tica.

Finalmente, la defensora de la PDH y Sandra Morán coincidieron en afirmar que al concluir el proceso formativo en julio de 2012 esperan que las participantes no sólo se sientan empoderadas sino también su actividad, para la transformación de la realidad se refleje en su trabajo y en su vida personal.