Mujer contra mujer


GLADYS_MONTERROSO

“La plata vale menos que el oro, y el oro menos que la virtud” Horacio

Siempre he tenido la convicción, que debe existir coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, y así, dentro de mis grandes defectos, trato de ser lo más congruente posible, en todas mis actividades, por lo que he de reconocer que no estoy de acuerdo con la comercialización de fechas que surgen con ánimo sentimental, o de reivindicación, sin embargo, la sociedad es así, y yo no voy a cambiarla, pero tampoco podré cambiar ciertos aspectos de mi personalidad.

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es


En relación al Día de la Mujer, el mismo surge de un hecho doloroso, y se ha ido generalizando, no me opongo ni estoy de acuerdo con el mismo, pero, si me felicitan, devuelvo la felicitación, más eso no significa que no haya vivido, y que no haya observado, la verdadera relación de un alto porcentaje de mujeres entre sí, situación que me ha llevado a la determinación, que no existe peor enemigo de una mujer que otra mujer, no importando en que área nos desarrollemos, desde niñas somos atacadas por otras mujeres, más que por los mismos hombres, (no en el plano sentimental) y así crecemos, imbuidas en esa lucha constante por sobrevivir, naturalmente que no existen las generalizaciones, así también he tenido maravillosas amigas, muchas con las que, aunque no vea constantemente, sé que allí están y estarán, pero al hacer un comparativo, son más los hombres que las mujeres, sin quitar el mérito de las maravillosas amigas que tengo.

En el mismo contexto, he sido testigo del maltrato dentro de las mismas mujeres, y del ataque no solamente frontal, también ese del murmullo, o de la noticia falsa, o el chisme barato de una mujer contra otra, y me parece por lo tanto una hipocresía del tamaño del sol, hablar de solidaridad femenina como un todo, de acuerdo a lo que he observado a lo largo de mi vida, son mucho más solidarios los hombres entre sí, que lo que somos las mujeres, ellos en su mayoría si respetan sus códigos, nosotras no tenemos siquiera códigos, y si los tenemos son de ataque a quien pueda ser o pensar diferente, según el criterio de cada quien, incluso dentro de los mismos grupos se forman élites, en las que quien más discrimina a una mujer es precisamente otra mujer.

Por lo mismo no estoy de acuerdo con los certámenes de belleza, y no porque no admire los atributos físicos, estoy en contra de la cosificación de la mujer por la misma mujer, porque si nadie se presentara, pues no existirían los mismos, y porque mantiene a la misma mujer en contante lucha contra ella misma incluso.

Sin embargo existen excepciones muy marcadas, las que desgraciadamente no son la generalidad como quisiéramos, y voy a traer a cuenta un ejemplo de lo que es y debe ser una mujer, ella es la Primera Dama, (Si aunque legalmente no exista la figura, si a todas sus antecesoras por costumbre se les ha reconocido así, no sé porque a ella no) cuando en conferencia de prensa, reconoce virtudes de la Vicepresidente y de la anterior primera dama, valores que nadie más les reconoce, esa actitud, de acuerdo a mi forma de pensar, la coloca como una ser humano virtuoso, aunque a algunos no les parezca así.

En lo particular soy muy feliz de ser mujer, ni de niña ni hoy me cambiaría por un hombre, no porque no reconozca los grandes méritos de algunos, sino porque siempre Dios me ha dado más de lo que he merecido, y con eso es más que suficiente, y en lo personal no me amilano ante las vicisitudes de la vida, más aún me fortalezco en ellas, y ese es mi agradecimiento a Dios, por lo tanto, con un dejo de tristeza, he de reconocer que no existe peor enemiga de una mujer que otra mujer, aunque esta verdad duela, está delante nuestro todos los días.