Muertes violentas se elevan durante gobierno de Colom


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En el perí­odo de gobierno de ílvaro Colom –2008 al 18 de diciembre de 2011–, se estima que murieron de forma violenta 24 mil 006 guatemaltecos; en el gobierno de í“scar Berger, la cifra ascendió a más de 21 mil.

POR MARIELA CASTAí‘í“N
mcastanon@lahora.com.gt

Estimaciones de la Procuradurí­a de los Derechos Humanos (PDH), del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y de la Policí­a Nacional Civil (PNC), indican que los años con mayor í­ndice de crí­menes fueron 2008 y 2009, donde las ví­ctimas sobrepasaron las 6 mil.

Los análisis de la PDH, con estadí­sticas de la institución policial, indican que en 2008 fueron asesinadas 6 mil 292 personas, de estas 687 mujeres.  En 2009, la cifra ascendió a 6 mil 498, el número de mujeres muertas fue de 720.

En 2010 se cuantifican los asesinatos de 5 mil 960 personas, de estas 695 mujeres.  Hasta el 18 de diciembre de este año, las muertes ascienden a 5 mil 256.  Los crí­menes contra mujeres oscilan entre 600.

Durante el gobierno de í“scar Berger, la PDH estimó que el reporte de muertes fue 21 mil 480.  La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), reportó de forma similar, que el total de muertes violentas fue 21 mil 511.

Rolando Yoc, de la PDH, considera que el alto í­ndice de asesinatos es el reflejo del nivel de impunidad en el que viven los guatemaltecos, debido a la poca eficiencia y eficacia de los operadores de justicia.

A decir del entrevistado, el sistema de justicia, es decir la PNC, el Ministerio Público (MP) y el Organismo Judicial (OJ), no responden a las necesidades de la población como deberí­an, cada una de estas juega un papel importante en la aplicación de justicia.

Los casos de descuartizamiento y desmembramiento, también preocupan, según el entrevistado, pues sobrepasan los más de 80 en 2011.

“La ineficacia permite que los niveles de descomposición sean más severos, los malos guatemaltecos –los que cometen estos crí­menes– lo hacen con esta saña, porque saben que existe un sistema de seguridad y justicia ineficaz”, resalta.

Una de las propuestas de esta instancia, fue el trabajo del G-4, que buscaba fortalecer la seguridad y justicia.

NO ES Sí“LO UNA ESTADíSTICA
Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, dice que este cúmulo de muertes no significa sólo una “estadí­stica frí­a”, pues va más allá de eso.

“Me gustarí­a enfocar que una muerte violenta empieza con un hecho traumático, han provocado un trauma. Una herida en la vida de muchas personas, en un núcleo familiar.  Esto genera desestabilización emocional y económica también”, refiere.

Garavito coincide con la PDH, agrega que los altos í­ndices de impunidad permiten que los victimarios continúen cometiendo estos crí­menes, pues si los capturan, saben que mañana podrán estar afuera y repetir la misma acción de violencia, sólo que con otra ví­ctima.

Según el profesional, es necesario que los guatemaltecos exijan a las autoridades, pero también que hagan su aporte desde el hogar, al no generar violencia.