Guatemala ha afrontado guerras por el control extranjero de sus recursos naturales que en la actualidad aún no están totalmente agotados, pero el brutal asedio de la voracidad seguramente no permitirá que pase medio siglo sin que se agoten. Lo mismo ocurre con otros países cuyo desarrollo sigue estancado por esas mismas razones depredadoras y la afín creciente e inagotable corrupción.

La abundancia de recursos naturales en el mundo expuso a los países subdesarrollados a los ojos de los países depredadores o “de primer mundo”, quienes compran a los funcionarios y legisladores para obtener casi regalados sus recursos naturales y, de paso, propician conflictos armados, de donde salen ganando multiplicadamente en las contiendas con la venta de armas, trasiego de drogas ilícitas, trata de blancas y demás negocios inmorales.
     
Lo que depredan estos países son recursos minerales: petróleo; oro; piedras preciosas, etc. Es notorio por esto el caso de diamantes en Sierra Leona, África. Pero la lista incluye adicionalmente maderas nobles, productos agrícolas, etcétera. En Guatemala el asesinato fue indiscriminado con las masacres del genocidio y ahora mineros y fuerzas gubernamentales contra las poblaciones.
     
En la mayoría de casos quienes tienen la intención de acceder al poder, generalmente van tras, entre otras cosas, el control de los recursos naturales de los países para darlos a quienes oportunamente financiaron con millones de dólares su candidatura. Les interesa un comino lo que le ocurra a la sociedad en general. ¿Por qué cree el lector que se interesan por perpetuarse en el poder? ¿Para hacerle un bien a la ciudadanía?
     
En países como el nuestro sería una crasa estupidez permitir que se mantenga directa o indirectamente en el poder cualquier persona que haya gobernado con mentiras, justificando su corrupción y la de sus operadores y, “dando atol con el dedo a la población” abusando de los medios de comunicación que extranjeros tienen inconstitucionalmente en usufructo. La Espada de Damocles es la amenaza de retirar frecuencias de ondas de radio y TV, las que pertenecen constitucionalmente al Estado y prohíbe que estén en manos foráneas.
     
Los conflictos armados generalmente están relacionados directamente con el control y explotación de los recursos naturales, en donde el 90% de las víctimas son civiles muertos por las fuerzas de seguridad estatales. Más aún, para establecer y mantener el control sobre esos recursos es necesario el sometimiento de la población que vive en la región o bien usar el terror para expulsarla.
     
De estas dos menciones tenemos como ejemplo 1954 con la CIA,  “La Liberación” del traidor Carlos Alberto Castillo Armas y posteriormente el inicio de la guerrilla por Ydígoras Fuentes, como pretexto para lograr el sometimiento y asesinato de poblaciones enteras y quedarse, sus jefes, con las tierras y sus recursos. La minería es necesaria, pero así… no se vale.
Y ahora hablan, como distractor, de reelección en Guatemala. ¡Bah!