Mueren 83 reos y 14 sufren heridas graves


Imagen de televisión en que se muestra el incendio en San Miguel, la cárcel de Chile que vivió una tragedia. FOTO LA HORA: AFP TVN

Al menos 83 reos murieron y otros 14 resultaron heridos graves tras un incendio ocurrido la madrugada de este miércoles en la cárcel de San Miguel de la capital de Chile, originado por una riña entre internos, informaron fuentes oficiales.


Familiares de las ví­ctimas mortales lloran al escuchar el informe de los fallecidos. FOTO LA HORA: AFP Claudio Santana

«Los fallecidos hasta ahora son 83», señaló el presidente chileno, Sebastián Piñera, al arribar a uno de los servicios de urgencia donde fueron trasladados algunos de los heridos.

Piñera dijo además que «hay otros 14 heridos graves», además de «siete heridos menores por asfixia».

«Esto ha sido una tremenda y dolorosa tragedia», agregó el mandatario, y detalló que «prácticamente la totalidad» de los fallecidos ya están identificados.

«La situación penitenciaria en nuestro paí­s no resiste más», señaló Piñera, quien estaba visiblemente compungido.

Previamente el ministro de Salud, Jaime Mañalich, habí­a indicado que «los 14 heridos están con riesgo vital por quemaduras y fueron trasladados a diferentes centros médicos dispuestos en la región Metropolitana».

Mañalich señaló que tres funcionarios de gendarmerí­a y un bombero resultaron heridos aunque no de consideración y son atendidos en el Hospital de Carabineros.

La cárcel de San Miguel, con capacidad para 900 reos, contaba con 1.900 internos en su totalidad, según datos otorgados por Gendarmerí­a (Policí­a de Prisiones).

El fuego se originó en los pisos superiores de la torre número 5 de la cárcel de San Miguel, ubicado en el sur de Santiago, en medio de una riña, dijo el director Nacional de Gendarmerí­a, Luis Masferrer, quien precisó que los hechos se iniciaron a las 05H30 locales (08H30 GMT).

«A las 5.30 se producen los hechos, a las 5.37 la primera alerta. Comenzaron los hechos con una riña al interior de los penales», dijo.

«Tenemos asistentes sociales y sicólogos para atender y dar información a los familiares», añadió Masferrer.

«Esta tragedia refleja la precariedad del sistema carcelario chileno que lo hemos venido denunciando desde que asumimos. El porcentaje de sobrepoblación y hacinamiento en esta unidad es un factor a analizar para determinar las causas de este lamentable hecho», dijo Masferrer.

La Defensora Nacional Pública, Paula Vial, dijo tras visitar el recinto penitenciario que la Torre 5, donde ocurrió la tragedia, estaba destinada a reclusos «en general de baja peligrosidad, muchos de ellos primerizos (que habí­an recibido su primera condena)».

A las afueras del centro penitenciario, los familiares de los internos exigí­an información sobre sus parientes, en medio de escenas de llanto y desesperación que incluso llevaron a incidentes entre civiles y policí­as, según comprobó la AFP.

Este miércoles, feriado en Chile, era dí­a de visita, razón por la cual habí­a muchos familiares desde temprano frente al penal.

Los incidentes estallaron luego de que las autoridades entregaran una lista oficial de personas ilesas y heridas, lo que desató la confusión al pensarse que se trataba de los reclusos que resultaron muertos.

Después de que terminó de emitirse el listado, los cientos de familiares reunidos en las afueras del recinto comenzaron a lanzar escupitajos y piedras a la Policí­a, al tiempo que remecí­an las vallas metálicas instaladas en el lugar.

«Somos más de 600 familiares que no sabemos dónde están nuestros hijos», gritó desesperado un padre, en las afueras del penal.

«Por favor señor, queremos saber de nuestros niños», imploró también un mujer, en medio de los llantos.

Por su parte, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, anunció que se realizará «una investigación» para determinar las circunstancias de la tragedia.

La anterior peor tragedia data de 2001, cuando 26 reclusos murieron en un incendio en la cárcel de Iquique, a 1.800 km al norte de Santiago.

PIí‘ERA Vergí¼enza


Las cárceles chilenas, con 53.000 reclusos, sufren de una sobrepoblación de 70%, en una situación que «no resiste más» y es una «vergí¼enza» para Chile, afirmó este miércoles el presidente Sebastián Piñera, tras la muerte de 83 presos por el incendio en un penal de Santiago.

«La situación penitenciaria en nuestro paí­s no resiste más», afirmó el presidente, tras visitar en un recinto médico a algunos de los heridos que dejó el incendio que de madrugada estalló en la cárcel de San Miguel, en el sur de Santiago, tras una riña entre internos.

La cárcel tení­a una capacidad para albergar a unos 900 reclusos pero al momento del incendio habí­a en ella unos 1.900 presos, con una sobrepoblación o hacinamiento que se repite en todos los penales chilenos.

«En Chile tenemos 53.000 reclusos que están internos. El grado de hacinamiento en nuestra cárceles supera el 70% y en algunas como San Miguel supera el 90%, y otras más el 200%», dijo el mandatario.

La cifra de hacinamiento aumentó tras el terremoto y tsunami del 27 de febrero pasado, que destruyeron ocho recintos penitenciarios ubicados al sur de Chile lo que significó el traslado de unos 1.700 reclusos. Antes de esa tragedia, el nivel de sobrepoblación alcanzaba al 62%.

«Nuestro sistema carcelario es una vergí¼enza que nos arrastra a todos», afirmó Piñera, tras anunciar un plan extraordinario de construcción de nuevas cárceles para hacer frente al hacinamiento.

«Estamos estudiando traer cárceles de emergencia modulares, para mejorar la calidad de vida de nuestros presos», dijo Piñera.

«Esta tragedia refleja la precariedad del sistema carcelario chileno que lo hemos venido denunciando desde que asumimos», dijo por su parte Luis Masferrer, director Nacional de Gendarmerí­a.

«El porcentaje de sobrepoblación y hacinamiento en esta unidad es un factor a analizar para determinar las causas de este lamentable hecho», dijo Masferrer, encargado en Chile del sistema penitenciario.

En octubre pasado el Gobierno elaboró un plan con 11 medidas que está en marcha, que incluye aumentar el número de colchones y frazadas destinadas a los internos, mejorar la cantidad y distribución de los alimentos, aumentar las horas que los reclusos podí­an salir de las celdas, y mejorar la seguridad y el sistema de visitas entre otras medidas.

La situación carcelaria llevó a la Iglesia -en el marco de la conmemoración este año del Bicentenario de la Independencia Nacional-, a pedir en julio un indulto masivo de presos con buena conducta, enfermos o ancianos, o en su defecto una reducción de sus condenas, incluyendo a violadores de los derechos humanos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90).

La propuesta fue finalmente desechada por el presidente Piñera, que señaló que se iban a estudiar caso a caso.

En esa oportunidad, los obispos chilenos señalaron en una carta abierta que en Chile «los recintos carcelarios no procuran oportunidades verdaderas y suficientes de rehabilitación a los internos».

«Por el contrario sabemos que con frecuencia los recintos penales son un habitat más violento y deshumanizante que aquéllos que favorecieron el desarrollo de la delincuencia», agrega la misiva.

En el sistema penitenciario chileno incluye 110 recintos penitenciarios, que incluyen cárceles públicas y privadas, construidas y administradas bajo un sistema de concesiones.