Hombres armados mataron a 30 personas, quemaron 40 casas y se llevaron numerosas cabezas de ganado de un pueblo mayoritariamente cristiano, dijeron hoy los sobrevivientes y un legislador, parte del creciente conflicto por la tenencia del agua y la tierra en el centro de Nigeria.
Algunas de las víctimas fueron quemadas vivas en el ataque del lunes, de acuerdo con testigos y las fuerzas armadas.
El capitán Salifu Mustafa, vocero militar, dijo que los soldados recuperaron 15 cadáveres, siete de ellos carbonizados, y afirmaron que la cantidad de muertos era menor a la anunciada. Las autoridades suelen minimizar esas cifras de víctimas.
El secretario de finanzas de Miyette Alá, una agrupación de la etnia fulani, rechazó las acusaciones en el sentido de que pastores de ésta fueron los responsables del ataque y sostuvo que esos señalamientos «deben basarse en pruebas».
El legislador Daniel Dem dijo que 30 personas murieron y muchas sufrieron heridas porque la ofensiva duró más de cuatro horas.
«Tenemos guardias de seguridad ahí, y si el ataque comenzó a las 8 a.m. y duró hasta el mediodía, creo que hay algo extraño. ¿Para qué están las fuerzas armadas allí?», preguntó.
Mustafá dijo que los soldados fueron alertados a las 9.30 a.m., y al desplegarse rápidamente encontraron a «decenas de hombres armados incendiando cabañas, granjas y atacando a personas inocentes». Dijo que las tropas pidieron refuerzos para combatir a los agresores.
Los soldados están emplazados en el pueblo de Riyom, situado no muy lejos de donde ocurrieron los hechos, pero muchas poblaciones se encuentran en montañas de difícil acceso. Riyom está a unos 50 kilómetros (30 millas) de Jos, la capital del estado de Plateau.
Dem señaló que un jefe del pueblo y dos líderes de la comunidad fueron asesinados ahí antes de Navidad, lo que muestra que hay tensiones entre los pastores seminómadas fulani, que son musulmanes, y los granjeros sedentarios de religión cristiana. Ambos grupos suelen enfrentarse por el agua y las tierras.
Los políticos cristianos son quienes imperan en la región cercana a Plateau, una zona donde los musulmanes, que son mayoría en el norte del país, y los cristianos, que predominan en el sur, frecuentemente se enfrentan en sangrientos choques.
El mes pasado la organización activista Human Rights Watch culpó al gobierno de Nigeria, del que dijo que durante mucho tiempo ha ignorado «homicidios masivos» en la parte central del país y no ha enjuiciado a asesinos conocidos, lo que provoca que la gente tome venganza por su propia mano y esto alimente el ciclo de violencia.