Al menos 23 peregrinos chiítas, entre ellos una mujer y tres niños, murieron hoy y 147 quedaron heridos, en un atentado en la entrada de la ciudad santa iraquí de Kerbala, al sur de Bagdad, según un nuevo balance de los servicios médicos y de seguridad.

«En los hospitales Huseini y al Hindiya, hemos recibido 23 muertos, entre ellos una mujer y dos niños, y 147 heridos, pero el balance de la explosión todavía no es definitivo», declaró el jefe del departamento de salud de esta provincia, situada a 110 km al sur de Bagdad.
Un balance anterior daba cuenta de 20 muertos y 117 heridos.
Según el funcionario, que no quiso ser identificado, la explosión se produjo en la carretera que va de Hila a Kerbala donde los peregrinos afluían masivamente para participar el viernes en una importante ceremonia religiosa.
Una fuente del ministerio del Interior indicó que se trataba de un atentado suicida con un minibús cargado con explosivos.
Este ataque tuvo lugar a pesar de la presencia de 30.000 miembros de los servicios de seguridad alrededor y en el interior de la ciudad santa.
Otro ataque antichiíta tuvo lugar en el barrio Mansur, al oeste de Bagdad, donde un peregrino murió y dos resultaron heridos por la explosión de una bomba, según el comando de operaciones militares en la capital iraquí.
El lunes, una kamikaze mató a 41 peregrinos chiítas e hirió a otros 106, entre ellos mujeres y niños, en una ruta cerca de Bagdad, atentado atribuido por el gobierno a los partidarios del ex presidente Saddam Hussein y a Al Qaeda.
El primer ministro Nuri Al Maliki acusó a miembros del partido prohibido Baas de Saddam Hussein de ser responsables del atentado del lunes.
«Tenemos por responsables de esta matanza a los baasistas y sus aliados takfiris», dijo, utilizando un término que designa a los extremistas sunitas de Al Qaeda.