El productor mexicano Alfredo Ripstein, responsable de películas como «El crimen del Padre Amaro» y «El callejón de los milagros» y padre del director Arturo Ripstein, falleció a los 90 años de un paro respiratorio, informó ayer a la prensa local su nieto Alejandro.
«Su vida fue y la vivió como él quiso, fue una vida muy bella, que a cualquiera le hubiera gustado vivir», dijo Alejandro Ripstein al diario Reforma.
Aunque se graduó de contador público, Alfredo Ripstein comenzó a trabajar desde joven en el mundo del cine en tareas administrativas hasta que a los 35 años comenzó a introducirse en el mundo de la producción en la compañía Filmex.
Años después se independizó y fundó su propia productora, Alameda Films, en la que trabajaron actores de la talla de Pedro Infante o Marga López.
También dio la oportunidad a directores como Sergio Vejar o su propio hijo, Arturo Ripstein, que heredó de él la pasión por el cine y se convirtió en un reputado cineasta, director de películas como «El evangelio de las maravillas», «El coronel no tiene quien le escriba» o la más reciente «La virgen de la lujuria».