El renombrado pianista ruso Nikolai Petrov murió en un hospital de Moscú ayer, tras sufrir un derrame cerebral hace unos meses. Tenía 68 años.
Un vocero de Petrov dijo a las agencias noticiosas rusas que el pianista murió por la tarde. Su estado era grave desde que sufrió un derrame en mayo cuando estaba de gira por Bielorrusia.
Petrov nació en 1943 en una familia de músicos. Inició sus giras a principios de los 60 y era uno de los pocos pianistas soviéticos que viajaba al exterior durante la Guerra Fría.
Actuó con diversas orquestas europeas y estadounidenses, pero siempre consideró que su escenario principal era el del Conservatorio de Moscú.
En la década de 1990, cuando la música clásica rusa sufría por falta de financiación, Petrov era uno de los pocos músicos que permanecía en el país y ayudaba a músicos jóvenes, a veces de su propio bolsillo.
Antes del derrame, Petrov seguía viajando por el mundo y solía brindar entre 70 y 100 conciertos al año.
El pianista Denis Matsuev lo calificó de «pianista y maestro sobresaliente».
Petrov será enterrado el miércoles en un cementerio de Moscú. Le sobreviven su esposa e hija.