La actriz que saltó a la fama como protagonista de uno de los tríos televisivos más populares de la historia, Los íngeles de Charlie, ha muerto esta mañana en el hospital Saint John de Santa Mónica en California, a los 62 años, tras padecer varios años de cáncer.
Farrah Fawcett tenía un cáncer anal que se le diagnosticó hace tres años y que más tarde se complicó, creando metástasis en otros órganos de su cuerpo.
Su pareja, Ryan O»Neal, que hace pocos días había anunciado por televisión que Fawcett había aceptado casarse con él, estuvo a su lado hasta el último momento.
«Se ha ido (…). Ella está ahora con su madre y su hermana junto a Dios. Yo la amaba con todo mi corazón. Voy a extrañarla mucho, muchísimo. Hablé con ella toda la noche. Le dije cuánto la amaba. Ahora está en un mejor lugar», dijo su compañero sentimental.
«Es una historia de amor. Pero yo no sé cómo actuar en ésta. No quiero saber de este mundo sin ella», dijo entonces el actor recordado por su actuación en «Love Story» en los años 70.
A la actriz, que durante los últimos dos años relató los altibajos de su enfermedad a través de un documental, tenía sólo un hijo: Redmond O»Neal, de 24 años, que actualmente se encuentra recibiendo un tratamiento de rehabilitación en California tras quebrantar repetidamente la ley.