Muere Gerald Ford


Recuerdos. Fotos de archivo en las cuales se capta al ex presidente estadounidense Geraldo Ford, durante su participación activa dentro del gobierno de su paí­s. A la izquierda, junto con el canciller alemán Helmut Schmidt (D). En la gráfica de la derecha, mientras fungí­a como vicepresidente, junto con el entonces presidente Richard Nixon (I).

El ex presidente Gerald Ford, quien intentó devolver la esperanza a un Estados Unidos traumatizado por el escándalo de Watergate, que forzó la renuncia de Richard Nixon en 1974, murió ayer a los 93 años.


Su esposa, Betty Ford, dijo en un comunicado que Ford, quien era el ex presidente estadounidense más longevo y habí­a sufrido una serie de problemas cardiacos en los últimos años, vivió una vida plena de amor a «Dios, su familia y su paí­s».

«Mi familia me acompaña para compartir la difí­cil noticia de que Gerald Ford, nuestro querido marido, padre, abuelo y bisabuelo se ha ido a los 93 años de edad», anunció la ex primera dama en el comunicado divulgado en Rancho Mirage, en California (oeste).

Una declaración posterior dijo que Ford murió pací­ficamente el martes a las 18H45 de la costa pací­fica de Estados Unidos (03H45 GMT del miércoles). Los servicios fúnebres se realizarán en Washington y en Grand Rapids, Michigan (norte), pero los detalles serán anunciados más tarde el miércoles.

Ford, nacido el 14 de julio de 1913, asumió la presidencia luego de que Nixon renunciara en 1974 tras salir a la luz un complot de espionaje contra sus adversarios, posterior a un incidente en las oficinas del Partido Demócrata, en un escándalo que se conoció como Watergate (por el nombre del edificio).

Ford perdió en 1976 las elecciones frente a Jimmy Carter, una derrota que los historiadores atribuyen a su decisión de darle a Nixon un «perdón total, libre y absoluto» por sus delitos apenas un mes después de asumir el poder.

El presidente George W. Bush y su esposa Laura emitieron un comunicado en el que presentaron sus condolencias a la familia del ex mandatario conservador. Posteriormente, el gobernante alabó a Ford, quien, aseveró, «llegó a la presidencia sin haberlo buscado nunca. Asumió el poder en un perí­odo de gran división y agitación».

«Gerald Ford llegó cuando más lo necesitábamos», afirmó Bush.

«Cuando dejó el cargo, habí­a restaurado la confianza del pueblo en la presidencia, y la nación pudo otra vez mirar el futuro con confianza y fe», dijo por su parte en un comunicado el vicepresidente Richard Cheney, quien fue llevado a trabajar a la Casa Blanca en 1974 por Ford.

«No habí­a otra persona más apta para guiar nuestra nación y restaurar la confianza en el gobierno», dijo el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. Para Nancy Reagan, viuda de Ronald Reagan, sus «logros» y su «devoción» por el paí­s son «vastos».

Ford, quien gobernó de agosto de 1974 a enero de 1977, será recordado como un presidente accidental, un hombre que se elevó a través de diferentes responsabilidades hasta el cargo más poderoso del mundo mientras el escándalo derribaba al gobierno de Nixon.

Amable y respetado representante republicano por Michigan con reputación de lealtad extrema, Ford reemplazó al vicepresidente Spiro Agnew en 1973 cuando éste enfrentaba cargos de conspiración, extorsión y soborno.

Entonces estaba claro que el propio Nixon podrí­a ser desplazado de la presidencia por encubrimiento en el caso Watergate.

Una vez que Nixon se convirtió en el único presidente de Estados Unidos en renunciar el 9 de agosto de 1974, Ford asumió como el 38° presidente y dijo que enfrentarí­a la tarea de sanar «las heridas internas de Watergate».

«Espero que los historiadores dentro de 50 años puedan decir que el presidente Ford asumió en un tiempo muy difí­cil –cuando tení­amos el escándalo Watergate, la guerra en Vietnam, problemas económicos– y en un perí­odo en el que tení­amos gran desconfianza en la Casa Blanca, restauró la confianza pública», dijo Ford poco antes de su cumpleaños 90.

A pesar de que su perdón a Nixon ha sido debatido por años, en agosto de 1999, recibió la Medalla de la Libertad, el más alto galardón civil de Estados Unidos, por sus esfuerzos por ayudar a reunificar el paí­s después de Watergate.

En 1975, fue ví­ctima de dos tentativas de asesinato, perpetradas por dos mujeres que fueron condenadas a cadena perpetua.

A mediados de noviembre de 2006 se convirtió en el ex presidente de Estados Unidos más longevo, superando a Ronald Reagan.

A Ford le sobreviven Betty, su esposa durante 58 años, y los cuatro hijos del matrimonio.

«Ayudó a una nación»

El presidente George W. Bush alabó hoy al fallecido ex mandatario estadounidense Gerald Ford como un lí­der que fue inesperadamente catapultado por el escándalo de Watergate a la tarea de sanador de una nación repentinamente dividida.

El ex presidente murió el martes a los 93 años, informó su esposa Betty.

«El 9 de agosto de 1974 llegó a la presidencia sin haberlo buscado nunca. Asumió el poder en un perí­odo de gran división y agitación», dijo Bush.

«Gerald Ford llegó cuando más lo necesitábamos», afirmó.

Ford, un ex legislador republicano, tal vez fue más conocido por una decisión tomada en las primeras semanas de su presidencia, cuando indignó a muchos estadounidenses al otorgar al renunciado presidente Richard Nixon «un perdón absoluto y total» el 8 de septiembre de 1974.

Esa decisión evitó que Nixon fuera procesado y posiblemente detenido por su vinculación en el caso Watergate de espionaje en la sede del Partido Demócrata.

Bush señaló, sin embargo, que «el pueblo estadounidense llegó a conocer al presidente Ford como un hombre de total integridad».

«Los estadounidenses siempre admirarán el inquebrantable desempeño de Gerald Ford» y la «honorable conducta de su administración», agregó.