Muere Eli Wallach, veterano actor de cine y teatro


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Eli Wallach, el actor de carácter de voz ronca que protagonizó docenas de películas y obras de Broadway a lo largo de una extensa y destacada carrera, y que probablemente sea más recordado por su emblemático papel de bandido en «El bueno, el malo y el feo», falleció. Tenía 98 años.

Por JAKE COYLE
NUEVA YORK /Agencia AP

Wallach murió el lunes por la tarde en Nueva York de causas naturales, confirmó su hijo, Peter Wallach, el martes. «La mejor manera de honrarlo es viendo una de sus películas», dijo el hijo. «Pongan ‘Baby Doll’ o ‘Los magníficos siete’. Esas vivirán por siempre».

Wallach y su esposa, Anne Jackson, fueron un dúo formidable en el escenario; aparecieron juntos en múltiples obras a partir la década de 1940. El actor ganó un Tony por su papel de reparto en «La rosa tatuada» de Tennessee Williams, fue un miembro original del Actors Studio y continuó actuando en películas ya nonagenario.

Pero quizás sea más recordado por su papel de Tuco, el bandido confabulador de reflejos rápidos, en el clásico del lejano oeste «El bueno, el malo y el feo». En el spaghetti western de Sergio Leone, Clint Eastwood (El bueno), Lee Van Cleef (El malo) y Wallach (El feo) intentan aventajarse y dispararse unos a otros, mientras buscan un tesoro de monedas de oro enterrado en un cementerio de la Guerra Civil.

Wallach hizo de un amenazante pero adorable bandolero que había cometido toda clase de crímenes: «asesinato, robo a mano armada -incitación a la prostitución, secuestro, extorción, … violación», como el verdugo entonó en una famosa escena antes de que Tuco escapara de la horca.

La cinta, con una evocadora música de Ennio Morricone, fue la tercera de una trilogía que incluyó «Por un puñado de dólares» y «Por unos dólares más», e influyó a una generación de cineastas. El personaje de Wallach tenía varias líneas memorables, incluida «Cuando tienes que disparar, dispara, no hables», tras ser confrontado por un pistolero rival.

«Adondequiera que voy, alguien me reconoce por ‘El bueno, el malo y el feo’ y se pone a silbarme la canción», dijo en una entrevista en 2003. «Puedo sentirlo antes de que pase. Sonrío y saludo, y me saludan de vuelta».

Wallach también actuó en la sensual «Baby Doll» (1956), «Los magníficos siete» (1960), «Los inadaptados» (1961), una película escrita por Arthur Miller y protagonizada por Marilyn Monroe y Clark Gable; «Lord Jim» (1964) con Peter O’Toole y «El Padrino III» (1990), en la que hizo de un mafioso asesino que muere tras comer un cannoli envenenado.

Con Jackson protagonizó una serie de obras teatrales que incluyeron «Major Barbara» de George Bernard Shaw en 1956 y un exitoso montaje de «Luv» a mediados de los 60. Un crítico los elogió alguna vez como «los proletarios Lunt», en una referencia a Alfred Lunt y su esposa, Lynn Fontanne, quienes entonces conformaban la pareja más famosa del teatro estadounidense.

«Aunque cojeo por la vida como resultado de dos operaciones de cadera, cuando subo al escenario con Anne las luces le dan sustento a mi cuerpo y puedo dar brincos y bailar», dijo Wallach en «The Good, the Bad, and Me» (El bueno, el malo y yo), su libro de memorias de 2003. «Siento que puedo hacer de un chico de 16 años si eso es lo que pide el autor. Y por eso prefiero la actuación en vivo sobre el cine: yo cobro vida con las luces».

Wallach nació en Brooklyn el 7 de diciembre de 1915, hijo de un inmigrante propietario de una tienda de dulces. Coqueteó con el teatro en la escuela secundaria, mientras se convertía en un campeón de tenis de mesa.

Su hermano y sus dos hermanas se habían hecho maestros de escuela, y otros familiares eran médicos y abogados. Wallach, quien había participado en obras teatrales desde la primaria, decidió estudiar actuación. Era algo que definitivamente no le venía de familia, dijo una vez. «Ser un actor, para ellos, era como unirse a la legión extranjera».

Su entrenamiento dramático fue interrumpido por su servicio en el cuerpo médico de la Armada durante la Segunda Guerra Mundial, donde llegó a obtener el rango de capitán. De 1945 a 1948 apareció en varias obras de Broadway, pero tuvo que trabajar como instructor de natación y supervisor de campamento para subsistir.

Su carrera en las tablas eventualmente despegó, en gran medida gracias a su éxito en producciones de Tennessee Williams. Apareció en «La rosa tatuada», «Camino Real» y más tarde en una extensa temporada de «La casa de té de la Luna de agosto».

Su debut en el cine, bajo la dirección de Elia Kazan, fue en «Baby Doll», basada en la obra de Williams. La cinta fue condenada por la Legión Católica de la Decencia por lo que se calificó como su «insinuación carnal».

Fue miembro fundador del Actors Studio, junto con actores emergentes como Marlon Brando, Karl Malden y Jackson. Fue uno de los primeros estudiantes en la nación de la actuación de método, en la que los actores recurren a sus propios recuerdos y emociones para reproducir las condiciones emocionales bajo las cuales opera el personaje.

Luego de «El Bueno, el malo y el feo» su relación con Leone se echó a perder. Leone le había prometido un papel en el western «¡Agáchate, maldito!», pero el estudio quiso a Rod Steiger en vez. Wallach ya había cancelado otro proyecto para trabajar en el filme, por lo que le enfureció haber perdido el papel.

En sus últimos años no redujo la velocidad. Interpretó al dueño de una tienda en la cinta de 2003 «Mystic River», dirigida por Eastwood, y tuvo un papel en la comedia romántica de 2006 «The Holiday». En el 2010, dio vida a un viejo experto en finanzas en «Money Never Sleeps» de Oliver Stone, la continuación de «Wall Street».

Wallach conoció a Jackson mientras trabajaban juntos en una puesta off-Broadway de la obra de Williams «Propiedad condenada». Se casaron en 1948 y tuvieron tres hijos: Peter, quien se convirtió en animador de cine, y Roberta y Katherine, ambas actrices.