Blake Edwards, director y guionista conocido por sus diálogos inteligentes, conmovedores y divertidos en películas como «Muñequita de lujo», «10» y las farsas de «La Pantera Rosa», falleció. Tenía 88 años.
Edwards murió por complicaciones de una neumonía alrededor de las 10:30 de la noche del miércoles en el Centro de Salud St. John»s en Santa Mónica, dijo el publicista Gene Schwam. Estaba acompañado por su esposa, la legendaria actriz y cantante Julie Andrews, y otros familiares. Tenía unas dos semanas hospitalizado.
Edwards tenía problemas de rodilla y se había sometido sin éxito a varias cirugías. Estuvo «prácticamente confinado a una silla de ruedas el último año y medio o dos», dijo Schwam. Eso habría contribuido a su condición, agregó.
Al momento de su muerte, Edwards estaba trabajando en dos musicales de Broadway, uno basado en las películas de «La Pantera Rosa». El otro, «Big Rosemary», sería una comedia original desarrollada durante la época de la Ley Seca (período de 1919 a 1933 durante el cual estaba prohibido fabricar o vender bebidas alcohólicas en Estados Unidos), dijo Schwam.
«Tenía un corazón tan grande como su talento. Era un ganador del Premio de la Academia en todo sentido», dijo Schwam, quien lo conoció por 40 años.
Cineasta de tercera generación, Edwards fue alabado por evocar actuaciones clásicas de Jack Lemmon, Audrey Hepburn, Peter Sellers, Dudley Moore, Lee Remick y Andrews, su esposa por casi medio siglo.
Dirigió y a menudo escribió una amplia variedad de películas que incluyen «Días de vino y rosas», una terrible historia sobre alcoholismo; «La carrera del siglo», una comedia de aventura protagonizada por Lemmon, Tony Curtis y Natalie Wood; y «Víctor/Victoria», su comedia musical con Andrews.
También era conocido por un espíritu independiente que le generó problemas con los jefes de los estudios de cine. Ventiló su desdén hacia el sistema de Hollywood en su comedia negra de 1981 «S.O.B.»
«Ciertamente me estaba vengando de algunos de los productores de mi vida», dijo una vez, «aunque fui mucho menos mordaz de lo que pude haber sido. La única razón por la que pude hacerlo fue el gran éxito que tuvo «10», y hasta con eso trataron de sabotearme».
Debido a que muchas de sus películas estaban tachonadas de situaciones absurdas, los reseñistas a menudo criticaban su trabajo. «En el mundo cómico del señor Edwards, las narices existen para ser picadas, las cabezas para sufrir resacas alcohólicas y las mujeres hermosas para ser perseguidas a toda costa», escribió Vincent Canby del New York Times en una reseña de «10». Gary Arnold, del Washington Post, agregó: «Edwards parece tomar dos pasos tontos por cada uno inteligente … Aparentemente, no resiste filmar cualquier gag visual que se le cruce por la cabeza, por lamentable que sea».
Sin embargo, Richard Schickel escribió en la revista Time: «Cuando el director Edwards está en su mejor momento, hay algo fresco, y en estos días, singular en su comedia … í‰l realmente quiere salvar al mundo mostrando cuán estúpidas pueden ser algunas de sus criaturas».
Aunque muchas de sus películas fueron grandes éxitos, sólo fue nominado al Oscar en dos ocasiones: en 1982 por escribir el guión adaptado de «Víctor/Victoria» y en 1983 por coescribir «The Man Who Loved Women». Lemmon y Remick fueron postulados al Oscar en 1962 por «Días de vino y rosas» y Hepburn por «Muñequita de lujo» («Breakfast at Tiffany»s» )en 1961.
La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas le otorgó un Oscar honorario a la trayectoria en el 2004 por «escribir, dirigir y producir un extraordinario cuerpo de trabajo para la pantalla».