En los 17 meses que han pasado desde que se quedó sin trabajo, Lita Ness ha escuchado todo tipo de críticas al seguro de desempleo, un programa que fue suspendido al no ponerse de acuerdo demócratas y republicanos en el Congreso.
Por NICHOLAS RICCARDI COLORADO SPRINGS /Agencia AP
«Me ofende que digan que la gente que recibe el seguro está aprovechándose del sistema», afirmó Ness, una mujer de 58 años que trabaja desde los 16 y que llevaba 17 años como empleada civil de una base aérea. «No me gusta ser rechazada y me están rechazando todos los días» cuando busco trabajo, señaló.
En este condado intensamente republicano vive una cantidad de personas como Ness, que se quedaron sin el seguro de desempleo el mes pasado y aquí se hace patente la dificultad que enfrentan algunos conservadores para convencer a los legisladores republicanos de que se mantengan firmes y no asignen fondos a ese programa, con el argumento de que lo único que hace es alargar el período de desempleo de la gente.
Los demócratas proponen extender los beneficios de emergencia a la gente que lleva más de seis meses sin trabajo; los republicanos se oponen, sobre todo si el gobierno tiene que sacar préstamos para financiar el programa. La falta de progresos hizo que el 28 de diciembre expirase el beneficio que reciben 1.3 millones de personas que llevan mucho tiempo sin trabajo. Los legisladores siguen buscando un acuerdo.
El condado de El Paso está representado por el republicano Doug Lamborn en la Cámara Baja. Es un conservador que objeta la extensión del seguro de desempleo si el programa no se costea con fondos de otros sectores. «Son 6 mil millones de dólares y no hacen nada para generar empleos», manifestó el portavoz de Lamborn, Jarred Rego, aludiendo a la propuesta demócrata. «Los republicanos de la Cámara Baja están empeñados en crear empleos y en mejorar la economía».
Lamborn no corre peligro en un distrito eminentemente republicano. El único demócrata que se postula para su banca es el general retirado de la fuerza aérea Irv Halter, quien acusó a Lamborn de ser indiferente al sufrimiento de la gente. «Este es otro ejemplo de que el legislador Lamborn está en las nubes».
No hay estadísticas de la filiación política de la gente que ha perdido el seguro de desempleo. Personal demócrata de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes dice que legisladores ultraconservadores como John Fleming, de Luisiana, y Michele Bachmann, de Minnesota, representan distritos en los que hay mucha gente que recibía el seguro de desempleo.
Heidi Shierholz, economista del Instituto de Políticas Económicas de Washington, de tendencia liberal, dice que hay gente de todas las filiaciones políticas que se quedó sin el seguro. «Son trabajadores que tuvieron la mala suerte de perder sus trabajos en medio de la peor recesión que hemos tenido en 70 años».
Los economistas dicen que la gente que lleva mucho tiempo sin trabajo tiende a ser mayor, un sector de la población que en tiempos recientes se ha inclinado hacia los republicanos en las elecciones. Los trabajadores de cierta edad, por otro lado, se muestran más reticentes a cambiar de campo y a renunciar a los beneficios a los que estaban acostumbrados.
Estas personas pueden pasar más tiempo buscando el tipo de trabajo que les sienta bien si tienen un seguro de desempleo por períodos largos, según James Sherk, economista de la Fundación Heritage, de tendencia conservadora. «Si se quedan sin beneficios, empiezan a buscar trabajos que antes no hubieran considerado. Pero les va a costar mucho más conseguir trabajo si llevan un año desempleados que si llevan tres meses».
En El Paso hay varias instalaciones militares. Y entre los desempleados, la desesperación coexiste con la fe en las propias fuerzas típicas de la fe conservadora.
Un veterano del ejército que está sin trabajo desde que fue dado de baja el año pasado, se presentó en un centro que ayuda a buscar empleo al enterarse de que perderá sus beneficios a corto plazo.
«Si me quitan el seguro, no estoy preparado para ello», expresó el hombre, quien no quiso dar su nombre porque no quiere que sus conocidos sepan que está sin trabajo. Al mismo tiempo, no obstante, afirmó: «Lo comprendo, no se puede mantener a la gente eternamente. Es importante que la gente trabaje».
Otros sienten que, después de haber contribuido a la sociedad, el gobierno los está abandonando. «Pagué mis impuestos. Ayudé a los demás toda mi vida», expresó Barbara Greene, de 59 años, quien perdió su empleo como secretaria en un hospital el año pasado y cuyo seguro de desempleo vence en marzo. «Y ahora me patean hacia un lado».
Ness dice que las únicas entrevistas que ha conseguido en los 17 meses que lleva sin trabajo son para centros de atención de llamadas, con un sueldo de nueve dólares la hora, menos de lo que ganaba hace tres décadas.
«Estoy afiliada al Partido Republicano, pero si siguen negándose a extender el seguro de desempleo, probablemente me pase a los demócratas», declaró.