El primer tema, es la muerte de La Negra, Mercedes Sosa, la argentina más universal, que tengo memoria. Todo un sí­mbolo para mi generación de inconformes con el status quo y quien durante las últimas décadas del siglo XX, nos acompañó con su voz de pueblo y sus interpretaciones magistrales. Estará -desde siempre- en un lugar dominante, como conciencia de sonoridad y mensajes de compromiso contestatario. ¡Mercedes… sólo habrá cerrado los ojos, su canto se escuchará eternamente? sonoro mensaje impertérrito!

El segundo tema, es la designación como Premio Nobel a Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos de América, que me parece -con toda franqueza- una exageración. Es una de las designaciones más controversiales de la historia, puesto que este joven y poderoso mandatario, o ha logrado hasta el momento, nada en dos platos. Es decir, será de ver cuánto pesa el honor concedido como para que se comprometa con la paz mundial, aunque comparado con su predecesor, es posible que hasta le concedan un candidato a la santificación ¿?.

El otro tema, es el del 12 de octubre, dí­a que conmemora la llegada de Cristóbal Colón, a un mundo que no fue su descubrimiento, sino un encuentro con otros universos ignorados por el occidente de esa época. Ese acontecimiento, sea como sea interpretado, sí­ es un hito porque viene a significar un parteaguas en la historia: antes de la llegada de Colón a los territorios que después fueron bautizados como América, por circunstancias meramente accidentales.

Creo que es digno reflexionar sobre la América que queremos construir, ahora que se ha caí­do el mito del Dí­a de la Raza y ante la beligerancia que tienen los movimientos indí­genas, que justificadamente buscan reivindicarse a tantos años de la llegada del almirante de origen italiano, pero que fuera apoyado por la mano de una mujer: Isabel, la Católica? y todo lo que este acto de heroí­smo y valentí­a significó (inicialmente) y que justo es reconocerlo originó una de las etapas más tristes para nuestros pueblos: el despojo y pillaje, el de toda la cultura material y espiritual (en el más amplio sentido de la palabra) para los pueblos originarios.

El 12 de octubre debe ser de encuentros y no de choques que generen más fragmentación. Si bien hasta la historia tiene ideologí­a, por parte de quienes la escriben, es necesario hacer una revisión para plantear nuestra visión por el futuro, tratando de encontrar las explicaciones y consecuencias reales, verdaderas y auténticas de lo que sucedió, tras las llegadas de aquellas tres carabelas que cruzaron no sólo el mar, sino un mundo distinto.

Así­ como debemos reflexionar sobre el futuro que nos espera en esta Guatemala en la que muchos se niegan a seguir siendo explotados inmisericordemente, pero que no podemos ni debemos aceptar, la utilización de la violencia como mecanismo de protesta.

Mercedes Sosa no ha muerto, sigue viva su voz en nuestro corazón, en el corazón de esta América que sabe cantar sus desdichas y pobrezas, pero también sus grandezas y alegrí­as.