Muchas capturas, pocos resultados


GLADYS_MONTERROSO

«Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Tito Monterroso De un tiempo a esta parte, la mayoría de los medios de comunicación resaltan en sus titulares las decenas de capturas que se llevan a cabo diariamente; sin embargo, de todos los capturados, ¿cuántos serán ligados a juicio por delitos verdaderamente cometidos? Recordemos que sin pruebas no es posible ligar a nadie a proceso judicial, más aún, llevarlos a juicio.

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es


Si somos analíticos, observaremos la gran relevancia que se les da a las capturas, vienen en canasto; pero, ¿ha disminuido la cantidad de muertos con esas capturas? No, la cantidad de muertos, en forma violenta, hombres, mujeres y niños, no solamente no ha disminuido, más aún: aparecen en notas breves en los diversos medios de comunicación, lo cual no significa que no existan los muertos, y que las funerarias (cuando llegan a funerarias, de no ser así, los velorios son en las casas de habitación) y los cementerios no se llenen diariamente de entierros y de familias completas que lloran su dolor. Nuestra realidad es esa, la violencia campea por calles, avenidas, parques y otros lugares; el problema es más grave, y la solución del mismo no se visualiza a corto, mediano ni tan siquiera a largo plazo. La solución del problema no se encuentra en realizar redada tras redada en supuestas zonas rojas, porque el problema de fondo no es cuántos presos existan en la cárcel, seguramente muchos sin pruebas fehacientes de la comisión de diversos delitos; el problema de fondo se encuentra en quienes se enriquecen tras el manto de la impunidad y quienes son los verdaderos delincuentes. Veamos, ¿quiénes se enriquecen de la venta de celulares robados? Quienes venden el servicio. Mientras exista mercado para este producto, sin importar su procedencia, existirá quien robe y mate para obtener unos cuantos quetzales. ¿Quiénes acrecientan su fortuna con el producto proveniente del contrabando? Los inescrupulosos de cuello blanco, que poseen grandes almacenes, y a la vez venden el producto obtenido del contrabando en los diferentes puestos, parte de la economía informal; ese dinero no es reportado en sus estados financieros, no pagan impuestos, salarios, alquiler, ni servicios básicos. ¿Quiénes acrecientan su fortuna producto de la venta de droga? Todos esos personajes de doble moral, que comercializan, distribuyen y manejan grandes fortunas producto de ese flagelo de la Humanidad. Usted los podrá encontrar en cualquier espacio de «personas bien» compartiendo ricos platillos y bebidas espirituosas, dueños de negocios y empresas de las que usted se preguntará, ¿cómo sobreviven la crisis financiera tan bien, que no les afecta como al común de los mortales? Se codean con ministros, entran a clubes exclusivos, algunos ostentan pomposos apellidos y nadie cuestiona el verdadero origen de su riqueza. ¿Se ha preguntado a dónde va a parar el dinero proveniente del trasiego humano que en Guatemala cada día es más evidente, si no observe cuántas extranjeras hermosas y siliconeadas se pasean en los comerciales, hoteles cinco estrellas, comprando con dólares, cambiando la moneda sin que nadie identifique de donde proviene?  Existen cantidad de «empresarios» cuya verdadera fuente de ingresos es la trata de personas; naturalmente que ante la sociedad se muestran como exitosos comerciantes de diversos artículos, pero si alguien se tomara la molestia de realizar una investigación ocular del movimiento real de su clientela se darían cuenta, que los negocios de los que hacen gala no son más que  fachada, ya que sus empresas y negocios –si no se mantienen vacíos–, solamente son visitados para observar la mercadería que aparentemente venden, pero las compras son nulas. Existen muchos negocios en los que las y los empleados se encargan de matar moscas todos los días. Si usted visita cualquiera de estos «negocios» observará que los precios son exorbitantes; pregunte, y la respuesta será “A los dueños no les importa vender nada, por eso los precios son tan altos”. Sí, señores, acá existen varios tipos de delincuentes, los shumos, la base de la pirámide, los desechables, que son los que al ya no servir son dejados en el abandono, y posteriormente entregados a las autoridades, quienes consideran un verdadero triunfo el encarcelarlos, y en ese canasto se van muchos pobres diablos cuyo mayor delito es ser pobre, carteristas de pacotilla; pero los verdaderos delincuentes siempre se encontrarán en la sombra, tomando licores finos y comiendo en los mejores restaurantes, muchos de los cuales son asimismo fachadas para esconder la verdadera fuente de riqueza de quienes dicen ser sus dueños.
El problema de fondo del país no es solamente que sea un paraíso fiscal, el problema de fondo es que es un paraíso de la impunidad, de la doble moral, en donde es aplaudido el más listo, el que tiene más mujeres, más dinero, no importa de donde venga el mismo, ya que no se cuestiona de dónde proviene la riqueza, lo que importa es que sea astuto, bueno para los negocios oscuros y el blanqueo del dinero proveniente del mismo. Mientras no se enfrente el problema a fondo, caerán siempre en el vacío total las miles de capturas que se lleven a cabo de los desechables. El problema subsistirá porque las estructuras de la verdadera delincuencia se encontrarán, como se han encontrado por siempre, escondidas en las esferas de las élites del país que no se permearon o que siempre respondieron a intereses espurios y con el doble discurso, mismo que es parte integral de la cultura guatemalteca, que no solamente permitieron el empoderamiento de personajes oscuros en sus pequeños grupúsculos, sino que aceptaron la intromisión de los nuevos.
El problema real de Guatemala hay que buscarlo, no en la cantidad de capturas llevadas a cabo, hay que buscarlo en la calidad de las investigaciones y en capturar a los cabecillas, pero no a los testaferros, con esos quedamos igual; hay que investigar y capturar a los grandes delincuentes; hasta que eso no suceda, el dinosaurio se encontrará siempre allí.
EL PROBLEMAS NO ES LA CANTIDAD DE CAPTURAS, EL PROBLEMA ES QUE ACEPTAMOS EL CIRCO.