Hoy hace 46 años, se inició un período insurreccional que tuvo por objeto, lograr cambios en la política interna y exterior del Gobierno de turno presidido por el general e ingeniero Miguel Idígoras Fuentes; administración señalada de corrupta por la serie de negocios ilícitos en que estuvieron involucrados muchos integrantes de su gabinete y que fueron del dominio público nacional e internacional.
Hago una sinopsis de esta gesta armada para conocimiento de nuestros (as) lectores (as) jóvenes y tengan idea de lo que representó este movimiento social reivindicativo. Después de la renuncia de Jacobo Arbenz, llegó al poder el Movimiento de Liberación Nacional. Su líder, el coronel Carlos Castillo Armas, asumió la Presidencia mediante un plebiscito, efectuado en octubre de 1954, para un período de seis años que no llegó a cumplir porque fue asesinado en julio de 1957.
Después de un breve lapso durante el cual hubo dos presidentes interinos y una Junta Militar, llegó a la presidencia el general Miguel Ydígoras Fuentes, en marzo de 1958. Ydígoras se definió como anticomunista y sus partidarios esperaban que gobernara al estilo Ubico. No llegó a completar su período presidencial, ya que fue derrocado por un golpe militar; en marzo de 1963.
En el Ejército de Guatemala no se habían resuelto las contradicciones provocadas por los hechos de 1954, y en el cuerpo de oficiales persistía una corriente identificada con la Revolución de Octubre; y debido al descontento por la línea anticomunista se gestó una rebelión el 13 de noviembre de 1960 en la capital y en el Oriente del país. La mala planificación y la deficiente conducción del alzamiento determinaron que éste se limitara a un cuartel de la ciudad capital y a dos zonas militares del interior del país.
La mayoría de los oficiales comprometidos en el alzamiento se rindió y posteriormente se reintegró a la vida legal, pero un grupo de ellos se refugió en Honduras y El Salvador, y optó por continuar la lucha. Entre los dirigentes figuraron Luis Turcios Lima, Marco Antonio Yon Sosa, Alejandro de León Aragón, Luis Trejo Esquivel, Vicente Loarca y Francisco Franco Almendaris.
El grupo trató de establecer contactos con algunos partidos políticos y con antiguos compañeros en el Ejército, a fin de organizar un nuevo golpe.