Mozart y ífrica seduce al exigente Londres


Acostumbrados a los mejores espectáculos del mundo, los exigentes británicos han caí­do rendidos ante una recreación de «La Flauta Mágica», de Mozart, que nació en los barrios negros de Sudáfrica al ritmo de marimbas y tambores, y ahora cosecha aplausos y premios en Londres.

Por Ana Marí­a Echeverrí­a,AFP

«The Magic Flute – Impempe Yomlingo», que se trasladó en febrero al teatro Duke of York, en el West End, tras presentarse en diciembre en el Young Vic, dirigido por el actor estadounidense Kevin Spacey, fue galardonada el domingo con el Premio Laurence Olivier a «la mejor recreación de una obra musical».

Saludada como una «adaptación gozoza y vibrante» de la ópera clásica de Mozart, la pieza, cantada en inglés y en Xhosa, le ganó a costosas producciones de «El Flautista en el tejado» («Fiddler On The Roof») y «La tienda de los horrores (Little Shop Of Horrors)», que competí­an para este codiciado premio.

El director y los intérpretes de esta versión africana de una de las más populares óperas jamás escritas se dicen los más sorprendidos por el éxito cosechado por su adaptación de la ópera de Mozart.

«No sabí­amos cómo iba a reaccionar la gente en Londres, al ver remplazada la orquesta clásica por marimbas y sonidos africanos», admitió tras una representación de la pieza el director Mark Dornford-May, nacido en Gran Bretaña y radicado en Sudáfrica.

El director se dijo sobre todo «aliviado» por el éxito de su adaptación, en la que participan 35 cantantes y músicos, todos vestidos con atuendos africanos.

A diferencia de lo que suele ser tradicional en Occidente, ninguno de los intérpretes de esta «Flauta Mágica» sudafricana, cuya gestación tomó 18 meses, ha recibido una educación en conservatorios de música, sino que son producto de la vibrante tradición musical y coral de los «townships» sudafricanos, habitados mayoritariamente por negros.

Por ejemplo, toda la formación musical y el entrenamiento de Mhlekazi Andy Mosiea, que encarna a Tamino, tuvo lugar en coros de los townships, donde cantaba desde pequeño, contó el actor tras una aplaudida presentación.

El espectáculo «habla directamente de los townships, pero es al mismo tiempo completamente fiel a Mozart», escribió Michael Church, del diario Independent, que calificó la adaptación de «milagrosa». Es difí­cil ver la pieza «sin sentir un nudo en la garganta», agregó.

La obra compartió además el mes pasado honores con la popular producción «I Love You Because», al recibir las dos obras el premio del West End (whatsonstage.com awards), que refleja el gusto del público: más de 25.000 personas votaron por los ganadores este año.

El éxito de cartelera una pieza hablada y cantada mayoritariamente en xhosa muestra la creciente apertura del competitivo West End a producciones extranjeras, como refleja el próximo estreno de «Peter Pan. El Musical», producido en España y cantado en castellano.

Esta será la primera vez que un musical en castellano se presenta en el West End, donde se mantendrá un mes en cartelera, en el teatro Garrick, a partir del 28 de marzo.

Según cifras del sector, los distintos shows del West End recibieron el año pasado 13,6 millones de espectadores -1,25 millones más que el año anterior-, lo que refleja la creciente vitalidad del teatro, danza, ópera y musicales londinenses.