Movimiento Reformador, menor inversión en institucionalidad


Julio Donis

Sociólogo

El Movimiento Reformador es un partido de reciente constitución con la identidad que declara su nombre, puesto que el origen de dicha organización era el llamado Partido Laborista Guatemalteco.


El MR como se le conoce hoy, nació en el año 2002 en el marco de la incorporación a la polí­tica de empresarios de la Cámara de Comercio, como Jorge Briz y Alfredo Skinner Kleé como secretario general, ocasión que dio lugar al cambio de nombre de la organización así­ como de sus estatutos.

Un esfuerzo por analizar una organización tan joven, podrí­a implicar un contenido con pocas cosas que aportar por el tiempo tan corto de existencia; sin embargo, el interés que trataré de rescatar, es el papel polí­tico colateral y no por ello menor que jugó el MR en el impulso de un proyecto más amplio que empezó con la coalición de la Gana, junto al Patriota y al Partido Solidaridad Nacional. El balance para el MR en esa contienda fue de 47 diputados como coalición, de los cuales cinco pertenecí­an a dicho partido. Un dato más, cuando se constituyó la Gana como partido polí­tico, aparecí­an en su nómina varios lí­deres del MR.

Cambio social

Abordemos rápidamente los sí­mbolos del partido. Su logotipo es un cí­rculo partido por la mitad, uno de color rojo, otro azul, en el centro hay una balanza en alusión aparentemente a la justicia como principio, aunque no se especifica en sus estatutos. Dos palabras sobre el nombre Movimiento Reformador; el concepto de reforma está relacionado a una concepción del cambio social que tiene un alcance distinto a lo que impulsarí­a una revolución, sobre la aspiración de transformar la distribución de la riqueza y del poder polí­tico; la reforma se propone el cambio a partir del método electoral de la democracia para desde allí­ impulsar los cambios sociales; pienso que la diferencia entre estas no es solo de método sino de fondo. Dicho esto, si el MR quisiera impulsar una significativa reforma del Estado, se necesitarí­a la construcción polí­tica de lo primero, el movimiento social, algo que parece no empezar a constituirse después de una elección acuñada y no digamos la que viene.

El MR dicta en sus principios contenidos en sus estatutos varios postulados, resalto algunos que reflejan la argumentación expuesta anteriormente: Ejercer sus actividades por medios pací­ficos y por la ví­a democrática, con irrestricto respeto a los derechos de las demás organizaciones polí­ticas, contribuyendo a la participación polí­tica dentro de un espí­ritu pluralista; y la búsqueda del progreso, la justicia y el bienestar de la familia guatemalteca. Lo que se postula en estas ideas son valores liberales que buscarí­an bajo un método reformista a decir por la identidad más obvia del partido, el cambio en la sociedad.

Ahora bien, si se toman los postulados ideológicos y se destaca una idea por cada ámbito, se observa que en lo polí­tico: el MR cree en el respeto y derecho a la propiedad privada, el derecho a la vida y a la integridad corporal, a la libertad de asociación, considera al Estado de acuerdo a la Constitución Polí­tica de la República, ente que se organiza para la protección de la persona, que el poder reside en el pueblo quien lo delega al Estado. Y en lo económico resalta la libertad de empresa como fundamento esencial y de suma importancia en el desarrollo económico y financiero del paí­s; promoción de Guatemala en la integración económica regional, modificación de la estructura productiva a partir del fortalecimiento del mercado interno.

Liberal y reformista

Bastan estas dos ideas para determinar, por lo menos nominalmente, la posición liberal y de corte reformista de este partido, que no lo destaco peyorativamente sino resalto el reto que tiene de impulsar lo que dice que es con lo que ha hecho en la práctica, tan simple como la coherencia institucional.

Finalizo esta reflexión con la idea que dejé abierta al principio, la práctica polí­tica del MR, a pesar de su juventud, ha reflejado el impulso de un proyecto que ha puesto menos inversión en la construcción de su institucionalidad (esfuerzos aislados en programas de formación y organización, sobre todo en el occidente; y la inscripción del partido en la Internacional Liberal a través de la Fundación Frederic Neumann) y puso más en el rol de acuerpamiento de un proyecto que se puede particularizar en el apoyo a la Gana (el Secretario General actual de MR fue funcionario de alto rango en el Gobierno de Gana). En mi criterio esto ha respondido más a opciones coyunturales de su dirigencia, mismas que se han ido decantando conforme se desdibuja el proyecto Gana, que a esfuerzos más institucionales de sus dirigentes medios. El resultado de las próximas elecciones reflejará para el MR lo que ha sembrado.