Movilización afecta abastecimiento de petróleo


La agitación social en Francia contra la reforma de las jubilaciones del presidente conservador Nicolas Sarkozy se focalizaba el viernes en el sector petrolero, obligando a cortar el abastecimiento de los aeropuertos de Parí­s, en ví­speras de una nueva jornada nacional de protestas.


En una huelga inédita en las refinerí­as de Francia desde 1968 según los sindicatos, las 12 refinerí­as instaladas en Francia estaban paradas, mientras la policí­a despejaba los accesos a varios depósitos de combustible bloqueados por manifestantes, sin que se registraran incidentes.

Las primeras consecuencias del corte de carburantes empezaban a hacerse sentir.

La empresa Trapil, que administra el oleoducto que abastece en gasóleo y querosene los aeropuertos parisinos, entre éstos Orly y Roissy, anunció que el viernes interrumpió sus operaciones.

La policí­a desbloqueó por la mañana los accesos a los depósitos de combustible de Fos-sur-Mer (sur), Bassens (suroeste), Cournon d»Auvergne (centro) y Lespinasse (sur), luego de que así­ lo decidiera el Elí­seo, sede de la presidencia.

«No podemos permitirnos una penuria de combustible», dijo el secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, al justificar la medida.

Francia cuenta con 220 depósitos de combustible.

Desalojar los accesos a los depósitos «no es el método que permitirá salir del impasse en la reforma de la jubilación» afirmó el secretario general de la CGT, primer sindicato francés, Bernard Thibault.

«El gobierno tendrá que abordar el fondo del problema», agregó.

Las huelgas en los transportes urbanos perdí­an adhesión, excepto en el sector ferroviario, pero las protestas de los estudiantes ganaban terreno.

Cientos de estudiantes se concentraban el viernes en numerosas ciudades, al dí­a siguiente de que uno de ellos fuera herido por un disparo de una bala de goma en un ojo durante disturbios con la policí­a en las afueras de Parí­s.

Desde principios de septiembre, los sindicatos tratan de obligar al ejecutivo a dar marcha atrás en la reforma de la jubilación, que aumentará de 60 a 62 años la edad mí­nima legal para jubilarse y de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa.

Diez refinerí­as adhirieron progresivamente desde el martes pasado a la huelga prorrogable, convocada por los sindicatos en el marco de una jornada de manifestaciones que logró ese dí­a una movilización récord de 3,5 millones de personas (1,2 millones según la policí­a).

De las 12 refinerí­as, seis pertenencen al grupo francés Total y las otras seis a la estadounidense Esso, la suiza Petroplus, la holandesa Lyondbasell (ex Shell) y la británica Ineos.

Bussereau pidió a los automovilistas que no acudan a las estaciones de servicio para cargar combustible por precaución. «Es inútil y eso vaciará rápidamente numerosas gasolineras», argumentó.

Varios cientos de estaciones de servicio carecí­an ya de combustible el vierne, según la Unión de Importadores Independientes Petroleros (UIP), que no dio cifras exactas.

La Unión Francesa de Industrias Petroleras (UFIP) pidió el jueves al gobierno desbloquear los depósitos y autorizar el recurso a los stocks estratégicos petroleros, de 17 millones de toneladas de crudo y productos petroleros, reservados para situaciones de emergencia.

En ví­speras de una nueva jornada de manifestaciones convocada por la intersindical francesa para el sábado, los transportistas anunciaron retenes y «operaciones tortuga» en diversos puntos del paí­s durante el fin de semana.