El choque entre el Inter de Milán del técnico portugués José Mourinho contra el Chelsea, su ex equipo, y el partido entre el Sevilla contra el CSKA en Moscú en Rusia, son los duelos de octavos de final de la Champions League que se disputan mañana.
El partido entre los milaneses y el club de Londres, dos de los favoritos para llevarse el título europeo, será escenario de dos grandes enfrentamientos, el del entrenador Mourinho contra su antiguo club, pero también el de dos de los mejores futbolistas de ífrica, el marfileño Didier Drogba y el camerunés Samuel Eto»o.
Sancionado por tres partidos por haber insultado a un árbitro, Mourinho, que consiguió dos títulos de campeonato con el Chelsea (2005 y 2006), se enfrentará por primera vez a su antiguo equipo, en un momento delicado para él por sus malas relaciones con el público y los responsables del fútbol italiano.
El encuentro también será la ocasión de ver al técnico italiano Carlo Ancelotti volver a Italia y jugar contra un equipo con el que chocó varias veces cuando entrenaba al Milan.
«En este partido no habrá sorpresas (…) Mourinho conoce bien al Chelsea y yo conozco muy bien al Inter», aseguró el técnico del equipo inglés.
En el otro partido de la jornada, el Sevilla se enfrentará al CSKA de Moscú en el frío invierno ruso, un choque de dos equipos que se fueron turnando como campeones de la Copa de la UEFA (el CSKA en 2005, el Sevilla en 2006 y 2007).
Las condiciones climáticas y físicas serán fundamentales para el encuentro. Aunque el frío podría perjudicar en principio a los andaluces, el CSKA lleva desde el 8 de diciembre sin jugar, aunque su último encuentro en la fase de grupos de la Champions contra el Besiktas turco terminó con victoria (2-1).
En quinto lugar del último campeonato ruso (la nueva temporada empieza el próximo 7 de marzo), el CSKA no se clasificó para la próxima edición de la Champions, y la única manera de conseguirlo sería de ganar la edición 2009-2010 del torneo local.
Para derrotar al Sevilla, favorito en los papeles, el equipo ruso cuenta con el césped sintético del estadio Lujniki, al que los andaluces no están acostumbrados.
La ausencia de dos titulares sevillistas, el defensa francés Sébastien Squillaci y el defensa central brasileño Luis Fabiano, también podría beneficiar a los rusos.