Mourinho, de momento, dos de dos


Diego Milito, delantero del Inter, levanta el trofeo de la Liga, luego de que el Inter ratificara su supremací­a al vencer 1 a 0 al Siena. FOTO LA HORA: AFP ALBERTO LINGRIA

En las galerí­as de fotos que aparecieron ayer en las webs de los periódicos italianos para recoger los mejores momentos de la temporada del Inter habí­a un jugador que aparecí­a en todas. Diego Milito, Il Principe, como le llaman los hinchas. El delantero argentino salí­a chocando las manos con Eto»o, subiéndose a la espalda de Motta, tirando un penalti contra el Milan, superando al portero del Cagliari con una vaselina, lanzando a Eto»o a la porterí­a con un taconazo, luchando para alcanzar pelotas imposibles, controlando otras con extrema elegancia, celebrando un gol bajo la nieve con unos guantes negros…


A esas instantáneas se unió otra. La del gol de la victoria en Siena ayer -cuando el Roma iba ganando por 0-2 al Chievo y era campeón virtual-, un gol que al Inter le valió el 18º scudetto y a José Mourinho el tan deseado doblete (después de la victoria en la Copa). Y a sólo seis dí­as de jugarse otro tí­tulo en la final de la Champions del Bernabéu contra el Bayern. «Es el gol más importante de mi carrera», comentó entre lágrimas Milito, que ha marcado 22 tantos. No lo escuchó el técnico portugués porque, nada más pitar el árbitro, se fue corriendo a los vestuarios. No reapareció hasta diez minutos después -fue el presidente, Moratti, el que acabó manteado-, igual que hizo en Gelsenkirchen en 2004 cuando se proclamó campeón de Europa con el Oporto. Dijo que querí­a celebrarlo a solas con su familia.

En Siena, luego, sí­ se juntó con sus jugadores para recoger el trofeo. Dio un paseo por el campo con los ojos llorosos. «Este tí­tulo es de Mourinho», dijo Moratti. Es el quinto scudetto seguido del Inter y el segundo doblete, tras el de 2006. El sábado, en Madrid, el Bayern luchará también por el triplete. El futuro del portugués, en cambio, está en otras manos. «He dicho muchas veces que en Italia no me siento en casa. Luego, empezó la Champions y tocaba jugar, no pensar. Tras la final, me haré el egoí­sta un par de dí­as y pensaré en qué es lo que puede hacerme más feliz. Pero no es verdad que tenga pie y medio en el Madrid. Sólo quiero jugar la final», dijo Mourinho, que tiene dos años más de contrato y una cláusula de rescisión de nueve millones.

DECLARACIONES Mourinho: «Italia no es mi casa»


El entrenador del Inter de Milán, Jose Mourinho, reiteró tras la consecución del campeonato italiano, que Italia no es su «casa» y afirmó que es «un lugar difí­cil para trabajar», a la vez que dijo que «reflexionará» sobre su futuro después de la final de la «Champions», que se disputa el sábado en Madrid.

«En algunos momentos de esta temporada he entendido que ésta no es mi casa, que no es el paí­s donde era feliz trabajando», indicó el preparador portugués en rueda de prensa posterior al choque que certificó la quinta corona italiana consecutiva del Inter.

«Ahora puedo decir al 100% que no es verdad que esté con un pie y medio en el Real Madrid, al contrario, estoy muy lejos de ser entrenador del Madrid», sentenció.

Además, comentó que no es el momento de hablar de su futuro. «No hay tiempo para pensar. Ahora estamos ante una semana histórica para el Inter y estamos dispuestos a dar todo lo que tenemos para conseguir el «triplete»», aseveró.

La decisión, en diez dí­as

«Después de la final de la «Champions» necesito descansar, parar dos o tres dí­as pensando en mí­ y en lo que me haga más feliz. Después decidiré», finalizó el de Setúbal.

Sus declaraciones se producen después de afirmar recientemente que entrenará al Real Madrid, sin especificar cuándo, al igual que ha dicho alguna vez que volverá a entrenar en Inglaterra.