Una empresa estadounidense se prepara para lanzar un motor de búsqueda que desea juntar los registros de los 6.000 millones de humanos, el último ejemplo hasta ahora del interés en internet por la información personal que pone en riesgo la vida privada.
«Google permite ingresar cualquier solicitud y obtener resultados bajo la forma de documentos web, nosotros suministramos información solo sobre las personas», explicó a la AFP Jay Bhatti, cofundador de «Spock.com».
Bajo este nombre inspirado en la serie Star Trek se esconde una herramienta desarrollada desde 2006 en Redwood City (California, oeste) que ya cuenta con una versión experimental con la información de más de 100 millones de personas, antes de su lanzamiento oficial a mediados de agosto.
«Nosotros indexamos los datos contenidos de cientos de sitios, en particular de redes socales como Linked In, MySpace, Friendster, Bebo, y también de sitios más generoso como Wikipedia», subrayó Bhatti.
Spock no es el primer motor de búsqueda que explora las informaciones relacionadas a las personas: Wink y Zoominfo cuentan respectivamente con 200 mil y 37 mil perfiles.
El interés que suscitan los registros personales permitió a Spock juntar una inversión de siete millones de dólares para lanzar el sitio, que por ahora será gratuito y se financiará por publicidad.
Spock también se sirve de la comunidad de usuarios para completar su anuario: «el método de indexación automático no permite interpretar todas las informaciones que recolectamos, pero el aporte de los usuarios suple estas faltas», detalló Jay Bhatti.
No obstante, no subestiman el riesgo inherente a este tipo de contribuciones de que se suplan de informaciones falsas que afecten su credibilidad.
Pero «el perfil presentado debe seguir un proceso muy estricto que permita asegurar que no se trata de información falsa», aseguró el cofundador de Spock.
«Además tenemos un sistema de niveles que permite otorgar algunos poderes a los usuarios. Si usted empieza a comportarse mal en el sitio, o si el contenido que puso en línea es retirado por otros usuarios, su nivel baja y su acceso puede ser suspendido», indicó.
En Spock «cada usuario puede pedir que el contenido que lo concierne sea retirado del sitio, y acceder a las fuentes», garantizó Bhatti.
Estos motores de búsqueda levantan algunos cuestionamientos entre las asociaciones defensoras de los derechos de los cibernautas.
«Los internautas pueden sentirse atacados de ver informaciones que les conciernen, sobre todo si no escogieron formar parte de estos sitios», subrayó Derek Slater, de la Fundación Electronic Frontier, una asociación que defiende la vida privada en el terreno de las nuevas tecnologías.
Pero Spock, Zoominfo o Wink no se expresan especialmente preocupadas respecto al futuro de sus iniciativas.
«Ellos tienen el derecho de hablar libremente de las informaciones que sacan del dominio público», según Slater.
Los motores de búsqueda, considerados como las terceras en la línea de sucesión en lo que a suministro de información se refiere, no pueden ser responsabilizados del contenido que divulgan, según la ley estadounidense.
Los internautas tienen que ser de ahora en adelante conscientes de que su perfil ventilando sus cualidades profesionales en un sitio de currículums, por ejemplo, puede ser sumado a sitios de almacenamiento de información personal.
«Al poner en línea informaciones sobre uno, hay que esperarse de que serán encontradas», advierte Slater.