Motí­n en El Boquerón


Agentes de la Policí­a Nacional Civil (PNC) ingresaron al centro penitenciario.

El Boquerón, prisión de máxima seguridad ubicada en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa, fue el escenario de un enfrentamiento entre pandilleros que culminó con cuatro reclusos muertos.

Javier Estrada Tobar
lahora@lahora.com.gt

La información proporcionada por las autoridades del Sistema Penitenciario refiere que a las cinco de la mañana inició una discusión entre dos integrantes de la pandilla denominada «Salvatrucha» que desencadenó los enfrentamientos entre el grupo de presidiarios que se encuentran recluidos en El Boquerón.

La discusión se agravó con la intervención de más reclusos en la disputa, que posteriormente se convirtió en un combate frontal en el que se utilizaron diversas armas blancas, entre estas cuchillos, punzones y machetes, que habí­an logrado ingresar de manera ilegal al centro de detención con anterioridad, así­ como armas hechizas, fabricadas por los reos dentro del reclusorio.

Dos horas después, los cuerpos de cuatro pandilleros fueron encontrados descuartizados en dos depósitos de basura por los guardias de la granja penal, que mostraban evidentes señales de violencia en las extremidades provocadas con armas punzocortantes y objetos contundentes.

Controlan el presidio

Para controlar la situación, acudió al lugar un grupo adicional de las fuerzas de seguridad del Sistema Penitenciario que redobló la guardia, asimismo un fuerte contingente de agentes de la Policí­a Nacional Civil, con el objetivo de realizar una requisa y decomisar los objetos ilegales que habí­an utilizado los agresores.

A las 10 horas y 15 minutos de la mañana ingresaron a la granja penal seis delegados del Ministerio Público (MP) de la Fiscalí­a de Cuilapa, quienes se encargaron de iniciar el proceso de investigación y recolección de las pruebas para su posterior análisis.

Con preocupación

Tan grande fue la tensión dentro del presidio como en las afueras, donde los reporteros de los medios de comunicación esperaban la autorización para ingresar al lugar de los hechos y obtener más información de los acontecimientos, así­ como del cuerpo de bomberos que se aprestaba para brindar atención médica a los posibles heridos.

Los familiares de los reclusos se encontraban sumamente preocupados por los hechos que acontecieron durante la mañana e indicaron que no se retirarí­an hasta estar seguros que sus familiares se encontraban bien, luego de que se informara que las visitas no se permitirí­an durante el fin de semana.

Al cierre de esta edición, las autoridades del Sistema Penitenciario aún no habí­an emitido una declaración oficial sobre los acontecimientos, en consecuencia aún se desconocí­an los nombres de las ví­ctimas.