Mostrarán compromiso con Betancourt


El ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, que el lunes inicia una gira por Colombia, Ecuador y Venezuela, tratará de reactivar el diálogo entre esos paí­ses y mostrar la determinación de Parí­s por conseguir la liberación de Ingrid Betancourt.


Pese a los fracasos de varias iniciativas francesas, el presidente Nicolas Sarkozy reiteró el jueves que «no renunciará» a obtener la libertad de la franco-colombiana, un asunto que considera de máxima prioridad.

Betancourt lleva más de seis años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«La misión de Bernard Kouchner pretende mostrar al presidente colombiano í€lvaro Uribe que Francia no afloja» a pesar del fracaso de la misión humanitaria enviada en marzo para socorrer a la rehén, explicó Hervé Marro, portavoz del comité francés de apoyo a Ingrid Betancourt.

Francia, España y Suiza, los tres paí­ses europeos mediadores en el tema de los rehenes de Colombia, despacharon de urgencia un avión ambulancia respondiendo a rumores de que Betancourt estaba muy enferma, una información que hoy parece falsa.

«Las relaciones con Bogotá se enfriaron porque Parí­s tuvo el sentimiento de haber sido engañado por las autoridades colombianas, principalmente sobre el estado de salud de Ingrid», sostuvo Olivier Roubi, vicepresidente de la federación internacional de los comités Ingrid Betancourt.

«Tengo serias dudas sobre la validez de los mensajes enviados por las FARC y recibidos por los emisarios que fueron el detonante de la misión humanitaria», sostuvo Fabrice Delloye, ex marido de Betancourt y padre de sus hijos, sin descartar que se tratase de una «manipulación» de las autoridades colombianas.

El diálogo entre las FARC y Uribe está totalmente roto desde la muerte del número dos de la guerrilla marxista, Raúl Reyes, fallecido en un bombardeo del ejército colombiano en Ecuador y encargado de negociar una salida polí­tica a la crisis de los rehenes.

Su muerte puso fin a las conversaciones para liberar a los 39 rehenes calificados de «polí­ticos», entre ellos tres estadounidenses y la que fue candidata presidencial, por unos 500 guerrilleros encarcelados.

Además, la operación en Ecuador provocó una grave crisis diplomática entre Colombia, de un lado, y Ecuador y Venezuela de otro.

«Es cierto que será sumamente difí­cil porque el clima está podrido» entre los mandatarios de los tres paí­ses, dijo Fabrice Delloye.

No obstante, Delloye dijo que «es necesario que la misión de Kouchner no baje los brazos. Es necesario reanudar el diálogo con las FARC».

«Hasta ahora, el único que puede reanudar el diálogo con las FARC sigue siendo (el presidente venezolano, Hugo) Chávez y quizá Corea», dijo el ex marido de Betancourt.

En la cancillerí­a avanzaron que Kouchner «recordará el compromiso de Francia para que se renueven las relaciones de confianza entre los tres paí­ses».

Sin embargo, Uribe reiteró ayer que se opone a la mediación de Chávez que interrumpió de repente en noviembre.

«Quizás fracasaré, pero iré igualmente», dijo Kouchner tras el regreso de la misión humanitaria en marzo, y al anunciar su gira.