Moscú acusó este jueves a Ucrania de impulsar una política «inamistosa» hacia Rusia, así como de «complicar» las actividades de la Flota rusa en el mar Negro, basada en Crimea, y de tener parte de la responsabilidad en el reciente conflicto bélico de Georgia.
«En los últimos tiempos las autoridades ucranianas llevan a cabo una política hacia Rusia que sólo podemos calificar de inamistosa», declaró el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado. «Tal política (…) conduce a un deterioro de las relaciones bilaterales y suscita en Rusia una grave preocupación», agregó.
«Estamos seriamente preocupados por el hecho de que los responsables ucranianos pongan constantemente de manifiesto la cuestión de la duración de la presencia de la Flota del Mar Negro de la Federación Rusa en territorio ucraniano», señaló el ministerio, denunciando «intentos de complicar la actividad».
La flota rusa del Mar Negro está estacionada en el puerto ucraniano de Sebastopol -en la península de Crimea- según los términos de un acuerdo concluido en 1997 entre los dos países y válido durante 20 años. Ucrania, una ex república soviética, provocó en agosto la indignación de Moscú, al imponer por decreto restricciones a los movimientos de esa flota, que participaba en el conflicto entre Rusia y Georgia.
Un ataque militar georgiano, lanzado el 7 de agosto en un intento de arrebatar el control de Osetia del Sur a los separatistas respaldados por Moscú, hizo estallar cinco días de guerra entre Georgia y Rusia, durante los que se calcula que murieron cientos de personas.