Moreno Ocampo, un fiscal impasible


El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el argentino Luis Moreno Ocampo, defendió en la ONU su pedido de orden de captura internacional contra el presidente sudanés Omar el-Bechir, impasible ante los arreglos diplomáticos que tratan de obstaculizar la lógica judicial.


«Ellos tienen una responsabilidad de armonizar soluciones», dijo Moreno Ocampo sobre las tratativas de europeos y africanos para la búsqueda de una solución de compromiso. «Yo tengo una responsabilidad judicial», agrega.

En entrevista, este paladí­n de los derechos humanos que se hizo un nombre en la década de los 80 durante los juicios a represores argentinos, advirtió que «la solución no puede ignorar la ley y no puede ignorar las decisiones judiciales».

Se lo dijo a todos los interlocutores que tuvo al margen de la Asamblea general de la ONU, incluyendo a los representantes de Qatar, la Unión Africana y la Liga Arabe.

Con 56 años, barba canosa, Moreno Ocampo hace oí­dos sordos a la Unión Africana, que reclama un aplazamiento del proceso contra Bachir, un arreglo que Francia está dispuesta a considerar bajo ciertas condiciones.

Varias ONG de defensa de los derechos humanos se escandalizaron el martes por el «negociado» que según ellas trataron de obtener en la ONU el presidente francés Nicolas Sarkozy y los paí­ses amigos del presidente de Sudán.

En julio, el fiscal solicitó a los jueces de la CPI emitir una orden de captura internacional contra el mandatario sudanés, acusado de genocidio, crí­menes de guerra y crimenes contra la humanidad perpetrados en Darfur, región del oeste de Sudán escenario de una guerra civil desde 2003.

Sin embargo, los 15 miembros del Consejo de Seguridad, del cual Francia es miembro permanente, pueden adoptar una resolución para postergar 12 meses o más cualquier procedimiento iniciado por la CPI.

Moreno Ocampo halló aliados en el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y en Estados Unidos. Washington está sorprendentemente dispuesto a oponerse a una solución de compromiso luego de haber sido siempre adversario de la CPI.

Los colaboradores del fiscal se alegran de la «firmeza del secretario general» de la ONU y confí­an en que la orden de captura internacional contra Bechir se emitirá finalmente en noviembre o diciembre.

Varios paí­ses africanos admitieron que en el Consejo de seguridad no hay votos suficientes a favor para avalar el compromiso y postergar el proceso.

«Yo estoy pidiendo que se cumplan las ordenes de arresto. Esta gente esta siendo masacrada. Las mujeres y las niñas estan siendo violadas. Es un genocidio ante nuestros ojos», dijo Moreno Ocampo.

El fiscal por lo pronto exige que se ejecuten las órdenes de arresto contra Ahmed Harun y Ali Kosheib, respectivamente ministro sudanés de Asuntos humanitarios y jefe de la milicia progubernamental Janjawid, que Bechir hasta el momento se negó a entregar a la CPI para que sean juzgados.

Para el fiscal, las cosas son muy simples: «Yo les expliqué cuál es mi mandato judicial, cuál es la investigación. Hay dos millones y medio de personas que estan siendo sometidas a crí­menes y hay que pararlo».