Morales llama a referendo por Constitución


El presidente de Bolivia, Evo Morales, convocó a referendo el 4 de mayo para ratificar una nueva Constitución resistida por la oposición y seis de los nueve departamentos del paí­s y que ha provocado ya una profunda división regional y étnica entre los bolivianos.


«Que el pueblo boliviano defina el futuro del paí­s», proclamó Morales al promulgar las leyes de convocatoria a referendo nacional en las afueras de la casa de Gobierno, en la plaza de armas de La Paz, en un ambiente de fiesta ante una concentración de campesinos, mineros, cocaleros y otros grupos sociales.

Morales apuntaló sus normas, que levantaron la oposición de amplios sectores del paí­s», con el argumento de que «estamos ingresando a una etapa muy importante, que es la refundación de Bolivia».

Respecto a la demanda de autonomí­as regionales que abandera Santa Cruz y exigen lí­deres civiles opositores de Beni, Tarija, Pando, Chuquisaca y Cochabamba, pidió a sus lí­deres que se sumen a su proyecto constitucional y dejen de lado las diferencias raciales.

«No aceptan que un campesino, un indí­gena, llamado indio, pueda gobernar. Ese es el problema que tienen, por eso quiero convocarles: no seamos racistas, nos juntemos para trabajar juntos. Juntemos esas agendas (de autonomí­a y nueva Carta Magna)», sentenció.

Los lí­deres de la oposición acusaron por su parte al mandatario indí­gena de «fracturar al paí­s» y «convertirlo en una Yugoslavia» con su decisión de impulsar contra viento y marea la nueva Constitución estatista.

«Todo esto que han ocasionado (con la aprobación congresal en ausencia de la oposición de un referendo que avale la nueva carta) es la búsqueda de un enfrentamiento entre bolivianos», acusó hoy Rubén Costas, prefecto de la región más rica y poderosa de Bolivia, y cabeza visible de la oposición.

«Estos irresponsables, estos que hablan de unidad y están llevando a fracturar al paí­s, realmente a convertirlo en una Yugoslavia», declaró en tono airado entrevistado por una cadena televisiva local.

Yugoslavia se desmembró tras cruentas guerras internas en un proceso separatista a finales del pasado siglo tras la caí­da de la Unión Soviética.

El prefecto cruceño anticipó que la nueva Constitución no será reconocida «por la mayor parte del paí­s» porque el nuevo texto «está llevando a la división entre bolivianos» por la «barbarie e ilegalidad en su aprobación».

«Allá ellos con su barbarie, allá ellos con su totalitarismo, allá ellos en la búsqueda de dividir al paí­s», remarcó y ratificó que también el 4 de mayo Santa Cruz llevará adelante su referendo autonómico en un proceso «que no lo detiene nadie» y que el gobierno calificó de ilegal.

Las dos consultas populares convocadas por Morales darí­an paso a una nueva Constitución impulsada por su Gobierno y resistida por seis de los nueve departamentos de Bolivia. Dos de ellos Santa Cruz y Beni convocaron unilateralmente a referendos regionales para dotarse de gobiernos autónomos.

«Lamentablemente se ha levantado la banderita a cuadros para desatar la carrera de enfrentamientos y creo que lo más responsable y serio es no acompañar ese desatamiento de los demonios de la confrontación, sino recurrir a cualquier posibilidad que pueda frenar dí­as de luto para el paí­s», afirmó el ex vicepresidente indí­gena ví­ctor Hugo Cárdenas.

Cárdenas fue vicepresidente del liberal Gonzalo Sánchez de Lozada expulsado del paí­s por una revuelta popular.

También se pronunció en contra de las nuevas normas el ex presidente conservador Jorge Tuto Quiroga, quien advirtió con «una resistencia civil, pací­fica y democrática en el paí­s» y una campaña internacional.