Pese a su retórica antiestadounidense y anticapitalista, el presidente boliviano Evo Morales invirtió una parte de las reservas internacionales de su país en bancos de Estados Unidos y de países europeos.
El Banco Central de Bolivia (BCB) dijo en un informe publicado ayer en diarios locales que «la mayor parte de los 10.752 millones de dólares de reservas internacionales (a junio de 2011) se encuentran en países europeos, además de Japón y Canadá y solamente 2% en Estados Unidos».
LA PAZ / Agencia AP
Otros 5.800 millones de dólares son invertidos «en sectores estratégicos generadores de excedente y empleo» entre ellos los hidrocarburos, la principal industria del país, y en proyectos agrícolas.
En sus intervenciones públicas, Morales suele exhibir el sorprendente crecimiento de las reservas como su mayor éxito. Cuando asumió el gobierno en 2006 las reservas llegaban a 1.714 millones de dólares. El aumento fue posible por el crecimiento de las exportaciones por los buenos precios de las materias primas, sobre todo del gas y los minerales.
La inversión de las reservas en mercados financieros externos se conoció tras la denuncia, días atrás, de un grupo de disidentes que en un documento público cuestionaron los éxitos del gobierno.
«Se ha destinado una parte importante de las reservas a la compra de bonos de bancos y gobiernos extranjeros, como el de Estados Unidos y Portugal. Sólo el primer semestre del año 2010, Bolivia invirtió 734 millones de dólares en bonos del Tesoro de los Estados Unidos, a un interés promedio del 2%. Con lo que resulta que el gobierno, pretendidamente antiimperialista, financia con el sacrificado ahorro interno del país al mismísimo tesoro del imperio», dijo el manifiesto disidente firmado entre otros por el ex viceministro de Tierras de Morales, Alejandro Almaraz.
«Las reservas una parte están en la banca internacional, ganando un poco, pero están en la banca», dijo escuetamente el mandatario el sábado en un discurso público.
Las reservas «no pueden quedar ociosas… y por esta razón son colocadas en títulos valores en el exterior, en mercados internacionales seguros, líquidos y con las más altas calificaciones de riesgo crediticio», dijo el BCB en respuesta a aquellos cuestionamientos.
Explicó que «a diferencia de otros países, Bolivia no registró pérdidas de capital, aún en el período de profunda crisis financiera del año 2008».