A pesar que sólo escaso número de las 47 salas de trabajo, ordinarias y extraordinarias, del Congreso de la República realizaron trabajo efectivo este año, el gasto aproximado fue de Q1 millón 692 mil por concepto de Caja Chica a lo largo de doce meses.
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Cifra que no sería definitiva, si se toma en cuenta que la Comisión Constitucional de Derechos Humanos en otras épocas ha contado con presupuesto arriba de Q3 mil al mes, según anteriores declaraciones de quienes la han presidido.
Las comisiones con mención fueron la de Legislación y Puntos Constitucionales; de Finanzas Públicas y Moneda; de Economía y Comercio Exterior; de Agricultura; de Transparencia; de Reformas al Sector Justicia.
El diputado Recinos recapituló la importancia que tuvo el trabajo de los comisionados de Agricultura para dictaminar favorable la ley de Desarrollo Rural. Finanzas y Moneda en el tema préstamos, bonos del Tesoro y presupuesto 2010.
Mientras a la sala de Transparencia le fue encomendado el acompañamiento para realizar un estudio sobre los conflictos y dudas por la instalación de la cementera en San Juan Sacatepéquez, Guatemala, y el caso de la supuesta contaminación de la minera Montana, en San Marcos.
Los integrantes de la sala de Legislación y Puntos Constitucionales realizaron un trabajo de varios meses para escuchar a los diferentes grupos sobre la propuesta de reforma a la Constitución promovido por el Grupo Pro Reforma, comentó Recinos.
Y aunque no lo mencionó Recinos, el trabajo de Reformas al Sector Justicia llevó adelante y tortuosamente la Ley de Comisiones de Postulación y con ella una elección distinta para el Organismo Judicial.
Sin embargo, el legislador justificó por qué algunas salas no recibieron iniciativas y por qué descendió la producción de decretos este año, «Yo creo que a lo que estamos arribando en el Congreso de la República es a producir leyes que van más orientadas al interés nacional», dijo.
Además, el parlamentario reconoce que este año no se actuó casuísticamente sino en función de las necesidades de la población, tomando en cuenta que si el número de leyes aprobadas fue de 40 no se debe olvidar la complicación que tuvo el pleno.
«Toda vez que buena cantidad de temas fueron sesiones permanentes que duraron tres, cuatro y hasta nueve semanas», como recuerdo de los plazos de debate y discusión que hubo.
La producción final fue buena y adecuada tomando en cuenta la media de producción que se da en otros países, «talvez estemos mejorando en calidad y no en cantidad», remarcó Julio Recinos.