Las autoridades chinas informaron hoy de que un monje tibetano se quemó a lo bonzo en una ciudad del suroeste del país, confirmando la existencia de fuertes tensiones a medida que se acerca el 50 aniversario de la revuelta tibetana que provocó el exilio del Dalai Lama.
Un hombre vestido de monje que salió del Monasterio de Kirti, en la localidad de Aba, en la provincia de Sichuán (suroeste), se prendió fuego en la calle ayer por la tarde, informó la agencia oficial China Nueva citando al responsable local del Partido Comunista, Shi Jun.
Shi afirmó que la policía apagó el fuego y que el hombre fue trasladado a un hospital con quemaduras en el cuello y la cabeza.
Según la ONG Free Tibet, con sede en Londres, la policía disparó contra el monje después de que comenzase a inmolarse.
Según otra ONG, Students for a Free Tibet, el drama se produjo cuando las autoridades impedían a unos mil monjes entrar en el monasterio de Kirti.
Mientras la mayoría de monjes se dispersaban, uno de ellos, de unos 20 años, llevando una bandera tibetana con el retrato del Dalai Lama, se quemó a lo bonzo, afirmó la ONG en un comunicado divulgado desde Nueva York en el que citaba a un testigo.
Otra ONG, International Campaign for Tibet, con base en Estados Unidos, también informó de estos acontecimientos.
Según Students for a Free Tibet, que no pudo precisar si el joven monje seguía con vida, la policía disparó en tres ocasiones contra el hombre, identificado con el nombre de Tape, antes de llevárselo.
Habitantes de Aba confirmaron que la policía había disparado sin precisar contra quién.
«Es cierto, pero no puedo decir más. Mi teléfono está intervenido», afirmó una empleada de un hotel de la ciudad que pidió el anonimato, cuando se le pidió que confirmase si un monje se había quemado vivo.
Otros testigos hablaron de una importante presencia policial. «Hay numerosos policías patrullando las calles y todos están armados», afirmó un empleado de un salón de té que también pidió el anonimato.
El Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, advirtió el martes contra la represión china en Tíbet en vísperas del 50 aniversario de la sublevación del 10 de marzo de 1959 contra Pekín, que se saldó con su exilio a India.
Las agencias de viajes anunciaron por su parte que China cerrará Tíbet a los turistas extranjeros antes de esa fecha y, según fuentes concordantes, la seguridad se vio fuertemente reforzada en esa zona del Himalaya.
China desmintió el jueves querer cerrar Tíbet a los turistas.
Más de 200 tibetanos murieron en la represión de las manifestaciones por el 49º aniversario de la insurrección en marzo de 2008, según el exilio tibetano. Pekín afirma por su parte que los muertos fueron 21 y responsabilizó de ellos a a los «agitadores» tibetanos.