Una comisión del Senado brasileño aprobó ayer un proyecto para monitorear vía satélite, a través de pulseras electrónicas, a los presos que por ejemplo estén condenados a régimen abierto, con el objetivo de aliviar la superpoblación carcelaria.
Según informó a la prensa el senador Demóstenes Torres, uno de los redactores de la iniciativa, se esperar mejorar la situación carcelaria a través de ese sistema: «los costos son menores que mantener a un preso dentro de la prisión innecesariamente», dijo.
«Las cárceles tienen que ser reservadas a presos peligrosos, violadores y latrocidas. Esos no tendrán derecho al beneficio. Otros que cometieron crímenes más livianos podrán quedar fuera de prisión bajo monitoreo», acotó Torres, que integra la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía (CCJ) del Senado.
El sistema contemplaría a los reclusos que puedan usufructuar el régimen abierto, la libertad condicional o con autorización para salida temporal.
Los beneficiados serían vigilados con una pulsera o tobillera electrónica a través de un sistema de rastreo similar al de los automóviles, que se utiliza en países como Estados Unidos.
El proyecto fue elaborado y propuesto por el senador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) Aloizio Mercadante. La iniciativa deberá ser votada en el Senado y luego pasará a la Cámara de Diputados.
Los congresistas también esperan que este sistema sea útil para evaluar las condiciones de los presos para reinsertarse en la sociedad.
La CCJ aprobó el miércoles un polémico paquete con ocho medidas «antiviolencia» una de las cuales propone que los presos produzcan los alimentos que consumen en la cárcel y otra la suspensión del cargo para funcionarios públicos que cometan crímenes.
Fue diferida la votación sobre la reducción de la edad penal de 18 a 16 años en casos de delito grave, propuesta tras bárbaros crímenes ocurridos en los últimos meses en grandes ciudades, básicamente en Río de Janeiro.
Las cárceles de Brasil sumaban en 2006 más de 401 mil reclusos con el hacinamiento como denominador común porque la capacidad inicial del sistema era para 150 mil. Unos 170 mil están presos temporariamente.