Momento histórico para enderezar el rumbo


Lo resuelto anoche por la Corte de Constitucionalidad nos proporciona una oportunidad para enderezar el rumbo perdido del paí­s. En esta semana los guatemaltecos vimos que la lucha contra la impunidad se derrumbaba como consecuencia de decisiones de Estado que demostraron la ausencia de compromiso institucional con el rescate de nuestro sistema de justicia e hizo falta que Carlos Castresana anunciara, públicamente, que ya no podí­a hacer nada más en su lucha contra la impunidad y que renunciaba para que un sector de la sociedad reaccionara y tuviera un pequeño aire con remolino que culminó ayer con la actuación encomiable de los Magistrados de la Corte de Constitucionalidad.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

El tema de fondo fue la ausencia de compromiso de las autoridades guatemaltecas para implementar las medidas que nos permitieran erradicar el control que de las instituciones públicas mantienen los poderes paralelos que aprovechan las debilidades institucionales y las debilidades personales de nuestros dirigentes, para afianzar su presencia y poder. Lo visible pudo ser la campaña contra Castresana, pero lo consistente es que, además, del desprestigio hubo persistente boicot para impedir las reformas indispensables para afianzar el estado de derecho. La elección del Fiscal General fue señalada por el titular de la CICIG como la gota que colmó el vaso, y es que todo el proceso de postulación estuvo marcado por las componendas y arreglos bajo la mesa en los que participó el Ejecutivo de manera indirecta pero decisiva. La prostitución del proceso para postular aspirantes a cargos como los de los magistrados, Fiscal, y Contralor es evidente y lo real es que por darle a la academia más peso que al sector polí­tico en esas designaciones, se politizó y corrompió al extremo al mundo académico. La oportunidad, sin embargo, tiene mucho que ver con que no se repitan los mismos vicios y procedimientos de los dos últimos procesos de postulación y eso, desde luego, tiene í­ntima relación con quiénes han de ser los postuladores. La lucha no es para nada fácil y como para recordarlo de manera brutal, macabra y dramática, ayer se produjo uno de los más bárbaros actos de terrorismo. Mientras el Ministro de Gobernación sostiene que esas cabezas fueron dejadas allí­ por pandilleros, el mismo Presidente dijo que tienen razones para creer que el origen de ese acto de terrorismo es mucho más grave y profundo, teorí­a que comparten observadores internacionales que están sumamente preocupados por la situación de nuestro paí­s. Hay que destacar el papel protagónico que jugó en esta crisis la comunidad internacional que al final de cuentas pudo haber sido el factor más decisivo e importante para lograr la solución marcada por la CC. Porque mientras la llamada sociedad civil se dividí­a por el ataque a la credibilidad de Castresana, los representantes de los paí­ses que son amigos y cooperan con los esfuerzos en Guatemala para combatir la impunidad, hicieron ver no sólo su malestar sino su determinación de seguir empujando en la misma lí­nea. Afortunadamente no abandonaron la lucha porque es su compromiso lo que mantiene viva la posibilidad de lograr el éxito. Para aquellos que por prurito soberano se oponen a la presencia de entidades como la CICIG, esta realidad es una muestra de cuán necesitados estamos de esa ayuda externa y lo que la misma puede significar para ir enderezando el rumbo. Pero debemos entender que es un acompañamiento y que nos sirve para tomar nuestro propio impulso y para andar nuestro propio camino, cosa que hasta ahora no hemos empezado a hacer porque apenas pequeños sectores de la población manifiestan su compromiso y determinación en la lucha contra la impunidad. Ahora es cuando debemos, juntos, empezar a enderezar el rumbo.