Colombia asume las conversaciones de paz con las FARC con «moderado optimismo» aunque con la convicción de que se trata de una oportunidad que no se puede desaprovechar, ni en el país, ni en la región.
Eso dijo ayer el presidente colombiano Juan Manuel Santos ante la Asamblea General de Naciones Unidas, sin extenderse mucho sobre el tema.
«Sabiendo que este proceso debe tener plazos breves y términos concisos para ser exitoso, confío en poder entregar a esta Asamblea el próximo año un balance positivo de este esfuerzo que emprendemos, con todo entusiasmo, para lograr el fin de nuestro conflicto», señaló el presidente.
Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Santos acordaron en agosto comenzar en Oslo, Noruega, negociaciones para poner fin al conflicto armado interno de casi 50 años. Se espera que el diálogo entre ambos bandos empiece en octubre.
Santos dijo en su discurso que preguntó a los colombianos, a través de las redes sociales, qué mensaje querían que el mandatario diera al mundo durante su visita a las Naciones Unidas. Mencionó una de las respuestas que le llegó, de un colombiano llamado Henry Rodríguez Chacón.
«Una generación completa quiere despertar un día con la noticia de un acuerdo de paz», decía el mensaje, leído por el presidente.
Santos agradeció a la comunidad internacional el apoyo manifestado a las negociaciones con la guerrilla y destacó que quiere «construir condiciones de paz».
«Hoy presentamos al mundo, con gran esperanza, este nuevo y especial momento de Colombia», indicó.
El colombiano fue elogiado el miércoles por el ex presidente estadounidense Bill Clinton, quien dijo a los periodistas que se siente orgulloso de Santos por impulsar las negociaciones con la guerrilla.
El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, también le dedicó buenas palabras.
«Le di el mejor de los ánimos al presidente Santos para que continúe en ese esfuerzo que está haciendo», dijo Pérez Molina por la tarde a los periodistas. «Creo que es la forma correcta para terminar un conflicto armado de más de 50 años. Es uno de los más largos a nivel mundial».
Santos se reunió el miércoles con el primer ministro noruego Jen Stoltenberg para hablar sobre el tema de las negociaciones con las FARC.
«No es Noruega la que puede generar la paz. Deben ser las partes (que negocian)», dijo Stoltenberg a los periodistas, antes de la reunión. «La guerrilla y el gobierno tienen que lograr un acuerdo pero haremos lo que podamos por ayudar a ambas partes. Tengo ganas de mantener la reunión hoy», añadió.
El el presidente colombiano recibía el miércoles por la noche la Insignia de Oro que otorga el Consejo de las Américas, en Nueva York, cada año. El expresidente colombiano Alvaro Uribe ha sido uno de los galardonados con el premio, al igual que la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
Además de hablar de las FARC, Santos centró su discurso ante la Asamblea General en temas globales como la primavera árabe, Siria, Haití o la reforma del Consejo de Seguridad. También habló del buen momento que atraviesa Latinoamérica.
«Hace dos años, en mi intervención ante esta Asamblea, expresé mi convicción de que la década que iniciaba debía ser la década de América Latina y el Caribe», dijo Santos. «Hoy tenemos la satisfacción de constatar que nuestra región, en efecto, pasa por una coyuntura muy positiva, con economías sólidas, democracias operantes y ningún conflicto vigente entre las naciones que la conforman».