La ciudad de Módena lloraba hoy a su hijo Luciano Pavarotti, el tenor de fama mundial y modesto origen que murió ayer y a quien centenares de admiradores y curiosos rinden homenaje ante el ataúd expuesto en una capilla ardiente.
Las pesadas puertas de la catedral romana del centro histórico, guardadas por dos leones de mármol rosa, se abrieron a las 04H00 GMT.
A mediodía del viernes, cerca de un millar de personas ya se habían inclinado ante los restos del cantante de ópera, fallecido el jueves a los 71 años en su villa de los alrededores de Módena (norte).
«No voy a decir que no estoy emocionada; su rostro es tan natural, tan normal, que parece que durmiera. Es una visión muy serena», declaró a la AFP Luciana Capitani, habitante de Módena.
«Por supuesto seguimos a Pavarotti desde el comienzo, cuando era pobre y vivía en la periferia. Era una persona muy generosa, siempre disponible para todos y sobre todo para los pobres, porque él mismo tenían orígenes modestos, su padre era panadero», añade esta mujer de unos sesenta años.
Al interior de la catedral, algunas mujeres lloran al recogerse ante el féretro en el que reposa Luciano Pavarotti, con un smoking negro y las manos cruzadas sobre un rosario marfil. El cuerpo está protegido por un ligero velo de gasa transparente.
«Realmente perdimos a alguien grande, va a permanecer en la historia. Hizo muchas donaciones para los niños y los pobres», destaca Pietro Bocchio, quien «tal vez asista al funeral», el sábado por la tarde, «si no hay demasiada gente».
«Todo el mundo en Módena le dirá que conocía a Pavarotti, ¡y es cierto! ¡Mi hijo iba a la escuela con sus hijas mayores y mi hermana, que tenía una lavandería, planchaba todas sus camisas!», exclama Luciana Capitani.
Giovanni, de 15 años, no es «precisamente fan de la ópera». «Es sólo que nunca lo vi en persona y ahora es realmente mi última oportunidad», explica, sacándose delicadamente su gorra antes de entrar a la iglesia.
La catedral deberá cerrar sus puertas al público el sábado por la mañana, durante la ceremonia fúnebre que comenzará a las 13H00 GMT en presencia del primer ministro italiano, Romano Prodi. El cantante ciego Andrea Bocelli cantará durante la misa.
Il Resto del Carlino, principal diario de la región, dedica el viernes a Luciano Pavarotti una edición especial de 40 páginas.
«Luciano, una estrella se ha apagado. Aunque haya muerto no se irá jamás, porque el aire de Módena está impregnado por su música», escribe el diario.
El alcalde de la ciudad, Giorgio Pighi, anunció que el pequeño teatro de Módena donde Pavarotti cantó su primera «Bohí¨me», será rebautizado con su nombre.
Por su parte, el cantante irlandés Bono comparó al tenor con «un gran volcán de hombre que cantaba fuego», en un artículo publicado el viernes por La Repubblica.
«Algunos cantan ópera, Pavarotti era ópera», escribió el cantante quien estuvo con él en Bosnia, concretamente en Mostar (sur), en la inauguración de un centro de música destinado a los jóvenes en diciembre de 1997.
«Su vida y su talento eran grandes, pero su sentido del servicio hacia los más débiles era aún mayor», aseguró Bono.