Los diseñadores peruanos Ani Alvarez Calderón, Claudia Bertolero, Roger Loayza, Gerardo Privat y José Miguel Valdivia propusieron el viernes en París una moda de verano rica en colores y osada en las formas.
El desfile, presentado este viernes en el Salón Príªt í Porter Paris, reunió a los cinco creadores con un tema común, el algodón pima, que cada uno de ellos declinó con inspiraciones y paletas diversas.
Ani Alvarez Calderón abrió el desfile con una colección con una serie de vestidos a los que dan volumen paños de drapeados irregulares y colores fuertes. La superposición de telas estructura las faldas, a menudo asimétricas.
La asimetría en la falda y el escote da gracia y movimiento a un largo vestido rojo. Otro, blanco y de larga falda con volantes y espalda desnuda, se adorna con bordados en el cuerpo y gorgera en el cuello.
Claudia Bertolero buscó inspiración en la «época colonial y en las tradiciones creadas por los esclavos negros del Perú», según dijo la diseñadora a la AFP tras el desfile.
La línea de Bertolero sigue siendo depurada en los vestidos y pantalones, pero la paleta cambia. Los colores ahora son vivos, azules rojos y amarillos, mientras el blanco se engalana con bordados y encajes que evocan las gorgeras coloniales.
La popelina de algodón se combina con tul estampado y rebordado con la técnica utilizada para los chullos, o adquiere volumen al combinarse con el satén en capas sobrepuestas.
Un amplio pantalón se ensancha con efecto de plisados en las piernas.
Por su parte, la colección de Roger Layzaga combina inspiraciones orientales con formas modernas para una moda sumamente joven.
El diseñador, de sólo 29 años, indicó a la AFP que su inspiración inicial fue Benazir Bhutto, de quien admiraba la belleza y el porte.
Pero si en los modelos de blusas cuyos cuellos se extienden para servir de chales o velos y en los tocados brillantes la influencia oriental es evidente, los suéters negros sin mangas y prolongados en capucha, las minifaldas y tops de cierre cremallera, hacen pensar más bien en la moda rapera.
Los colores son vivos y contrastados, turquesas, rosas, naranjas y violetas se combinan sin complejos.
Gerado Privat, que presentaba por vez primera una colección en París, opta, por su parte, por tonos y estampados vegetales.
Los pantalones cortos, adornados y ensanchados por lazos en las piernas, se combinan con blusas o camisas de amplias mangas. Un vestido cortísimo rosa de falda con volantes se ajusta con un gran cinturón-kimono de tono contrastado. Un vestido ancho verde de gran escote se sobrepone a un faldón rosa.
El broche de oro del desfile lo puso José Miguel Valdivia, con una colección sumamente alegre, toda en rojo, blanco y azul.
Pequeñas falditas aunan la tela jean con de volantes a rayas rojas y blancas. Tirantes de jean sujetan un amplio vestido blanco enteramente plisado. Un top tejido rojo se combina con un mini plisada.
De grandes escotes y cuerpo ajustado, los largos vestidos de cola están formados de segmentos de telas ensambladas como rompecabezas. En ellos el rojo estalla, mientras el azul del jean es matizado por pedazos rojos o blancos. El efecto es deslumbrante.
Minucioso en los detalles, Valdivia propone los zapatos de algodón a rayas de colores combinados con los vestidos.
«He buscado una moda divertida, coqueta, para una mujer osada pero con humor», dijo el diseñador a la AFP, afirmando que, en su colección, hay siempre una parte inspirada de la tradición peruana, como, en este caso, «el plisado, que es el de las faldas tradicionales peruanas, pero convertido en vestido».