Tras su exitoso paso por el Festival Internacional de Cine de Cannes, la cinta «Miss Bala» se estrenará en México, el país azotado por la violencia del narco que sirvió como inspiración para su historia.
El director Gerardo Naranjo afirmó que el filme, que se estrena el viernes en cines mexicanos, no busca exaltar ni presentar bajo una luz elegante a los criminales.
«No es una película sobre la narcocultura, es una película sobre la violencia y sobre la ley en México», dijo Naranjo el lunes en rueda de prensa. «No queríamos glamurizar a los criminales».
La cinta protagonizada por los mexicanos Stephanie Sigman y Noé Hernández es una producción de Canana, la productora fundada por Pablo Cruz y los astros Gael García y Diego Luna.
Naranjo aseguró que «Miss Bala» se aleja de la versión simplista presentada en los medios sobre el delincuente que «logra a través del narcotráfico hacer algo bueno».
«Estaba muy indignado de cómo los medios trataban el crimen organizado, me parecía que las películas, las telenovelas y algo de la literatura trataban el tema de manera equívoca, siempre era desde el punto de vista de los criminales» mientras que se excluye a aquellos «que sólo recibimos la falta de seguridad en nuestras vidas».
«Miss Bala» narra la historia de Laura Guerrero, una joven de 23 años que sueña con ser reina de belleza, pero que tras escapar a una balacera, de forma involuntaria y con bastante indiferencia, se involucra con un grupo criminal en el norte de México.
La idea del guión surgió por caso real de Laura Zúñiga, una ex Miss Sinaloa que fue detenida en 2008 (el mismo año que ganó un certamen de belleza estatal) junto a un grupo de narcotraficantes cuando circulaba en un camión lleno de armas y municiones.
«Se supone que el mundo de las reinas de belleza debe estar lleno de tonterías, de superficialidad (…) el trabajo de estas muchachas es sonreír. ¿Cómo sucedió que una muchacha tan bella, presuntamente culpable, estuviera en una foto con los que hacen el peor trabajo del mundo», explicó sobre el filme que próximamente se presentará en el Festival de Cine de Toronto.
Para Cruz la cinta, cuya trama se desarrolla en la fronteriza ciudad de Tijuana, «es una radiografía de lo que está pasando desde los ojos de un personaje que, como todos los que estamos aquí, somos de una u otra manera inocentes»
«El país en el que vivimos, de alguna u otra manera, nos demandaba hacer una película que reflejara lo que sentimos todos los días como sociedad», agregó Cruz.
En «Miss Bala», el debut de Stigman en el cine, no hay ninguna escena haga referencia directa a la violencia atribuida al narcotráfico o a los métodos sangrientos, como decapitaciones y mutilaciones, a los que recurren los grupos criminales.
Naranjo también experimentó en la cinta, pues incluyó «dos eventos documentales» que muestran la indiferencia de la población ante la violencia.
En uno de ellos, el director filmó con una cámara escondida una escena en la que Sigman y un grupo de delincuentes armados bajan de un camión a plena luz de día. Para su sorpresa Naranjo notó que la gente que no se inmutó ante el suceso.
«Se bajan del camión con las armas y nadie, nadie nos pela (hace caso). Hicieron que no veían nada», relató. «Eso fue fortísimo, es decir ¿de veras ya nos acostumbramos a que haya changos con metralletas por ahí?», agregó el director.
Aunque en la cinta predominan las escenas de balanceas, en las que se concentró la mayor parte del presupuesto Naranjo aseguró que «Tratábamos de que las escenas fueran muy patéticas, queríamos que fueran eventos vergonzosos, con nada de glamour».
Naranjo y Cruz adelantaron que el filme, que se estrenará en México con 60 copias, ya ha sido vendido en Inglaterra, Francia, Turquía, Grecia, Holanda y Rusia, entre otros países.