Ministro advierte sobre el tono del debate


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El ministro alemán de Relaciones Exteriores advirtió hoy que las discrepancias sobre la política de la Unión Europea han adoptado «un tono muy peligroso», en medio de crecientes temores sobre el futuro de la moneda común.

Por GEIR MOULSON BERLIN / Agencia AP

Guido Westerwelle no precisó a quién dirigía sus comentarios, pero fueron formulados después que el primer ministro italiano, Mario Monti, advirtiera el fin de semana de las tensiones que presagian «la disolución sicológica de Europa» y un funcionario regional del partido gubernamental germano insistiera que Grecia debe abandonar este año el euro.

«El tono es muy peligroso. Debemos esmerarnos en no menospreciar a Europa», insistió Westerwelle en una declaración.

Agregó que el intento de acaparar la atención política interna «no puede ser el metro de nuestra conducta en país europeo alguno, incluyendo Alemania. La situación en Europa es demasiado grave para ello».

Políticos de la Unión Social Cristiana -USC, el grupo en Baviera aliado con los demócrata cristianos de la canciller Angela Merkel- formularon en los últimos días comentarios estridentes. Baviera efectuará elecciones estatales en agosto de 2013, poco antes de las elecciones generales alemanas.

El ministro de Hacienda estatal Markus Soeder, miembro de la USC, dijo en una entrevista publicada ayer que Grecia debería abandonar las 17 naciones de la eurozona antes de que termine el año.

«Debe usarse a Atenas como ejemplo para demostrar que la eurozona puede imponer sanciones», dijo Soeder al diario Bild am Sonntag. «Los alemanes no pueden seguir siendo los pagadores de Grecia… La ayuda nueva a Grecia es como tirar agua en el desierto».

Rescatar a los países de la eurozona en apuros no ha sido popular en Alemania, la economía más grande de Europa. Los demócratas libres de Westerwelle -otro socio en la coalición centro derechista de Merkel- también se han pronunciado en contra de los griegos. El vicecanciller Philipp Roesler dijo hace poco que la idea de que Atenas deje el euro «ha perdido su horror».

El margen de maniobra del gobierno alemán en la crisis está limitado por necesitar la aprobación del Parlamento en toda medida de rescate, como ha insistido la Corte Suprema del país.