La Casa Blanca minimizó hoy las manifestaciones antiestadounidenses del grupo chiíta de Moqtada al Sadr en Irak y dijo que esas demostraciones son un síntoma de libertad.
«Aún tenemos mucho más progreso por delante, Estados Unidos, la coalición y los iraquíes tienen mucho más por hacer, este es un país que ha recorrido un largo camino desde la tiranía de Saddam Hussein», dijo el portavoz presidencial Gordon Johndroe.
Miles de chiítas con banderas iraquíes se reunieron el lunes en la ciudad santa de Najaf cuando el convulsionado país conmemora el cuarto año de la caída del régimen de Saddam Hussein.
Multitudes de hombres, mujeres y niños, con banderas y carteles anti Estados Unidos, se reunieron en Najaf y la cercana Kufa para la protesta, considerada como una demostración de fuerza del Sadr.
«Sabemos que Sadr convocó hoy protestas masivas. No estoy seguro de que hayamos visto (…) los números que él esperaba», dijo Johndroe.
«Pero Irak, en cuatro años, está ahora en una situación en la que la gente puede reunirse libremente y expresar sus opiniones. Y eso es algo que no podían hacer bajo Saddam», dijo Johndroe en Yuma, Arizona (suroeste).