Minerales «raros», tesoro para la tecnología


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Cuando los exploradores del lejano oeste de Estados Unidos frenéticamente extrajeron oro, plata y cobre de la tierra hace dos siglos, jamás pensaron que la tierra que desechaban algún día tendría valor.

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Por TRACIE CONE SACRAMENTO /Agencia AP

Pero hoy, se sospecha que esos residuos contienen los minerales necesarios para fabricar celulares, computadoras, vehículos, televisores, máquinas de resonancia magnética y hasta sistemas de armas.

Se trata de los «minerales raros», una serie de minerales sumamente plegables que contienen los elementos para producir metales valiosos.

«El Tío Sam podría estar sentado sobre una mina de oro», consideró Larry Meinert, director del programa de minerales del Instituto Geológico de Estados Unidos en Reston, Virginia.

El instituto, junto con el Departamento de Energía, están en campaña para descubrir los depósitos de esos minerales que son usados para la fabricación de imanes, bombillos y pantallas de teléfonos celulares, con el objetivo de acabar con el monopolio chino de ese sector.

Se sorprendieron al enterarse de que los elementos podrían estar en la tierra desechada, hasta ahora considerada desecho tóxico y dañino al ambiente. Resulta que los desechos de una era pueden ser el tesoro de otra.

«Esos desechos nunca fueron examinados para otra cosa que los minerales que en ese entonces buscaban», declaró Meinert. «Si se descubre que son valiosos, tendrán varias ventajas: nos salvarán de nuestra dependencia de China y nos darán un recurso del cual antes no sabíamos».

Los 15 elementos fueron descubiertos mucho después de que disminuyeron los aventureros que buscaban fortuna en la costa oeste de Estados Unidos, que tuvo su auge en el siglo XIX. Sin embargo, la demanda se ha disparado en los últimos 10 años, en que la tecnología ha producido artefactos más y más pequeños y sofisticados.

Entre tales minerales están el lanthanum 57 y el lutetium 71, unos elementos que se llaman «metales raros» que en realidad no son tan raros sino difíciles de extraer, debido a que aparecen en cantidades ínfimas y suelen estar uno pegado al otro.

A diferencia de otros metales más básicos como el oro y la plata, no hay una manera fácil de filtrar los minerales raros sin destruirlos. Ello hace sumamente difícil su minería y extracción.

«La razón por la cual no han sido extraídos en Estados Unidos es porque mientras China estaba dispuesta a exportar los minerales raros y satisfacer la demanda, todo marchaba bien, parecido a lo que ocurrió con los carteles petroleros. Cuando China comenzó a usarlos como herramienta política, los estadounidenses se dieron cuenta de su vulnerabilidad y de su dependencia de un solo país para conseguir esos minerales», señaló Ian Ridley, director del Centro de Minerales y Recursos Ambientales del Instituto Geológico de Estados Unidos en Colorado.

Dos años atrás, China aumentó los precios de esos metales. Por ejemplo, el neodymium, que se usa para la fabricación de automóviles Prius, subió de 15 dólares el kilo en el 2009 a 500 dólares en el 2011, mientras el óxido dysprosium, usado en la fabricación de lámparas, saltó de 114 dólares el kilo en el 2010 a 2 mil 830 dólares el kilo en el 2011. Además, en cierta ocasión China suspendió sus envíos a Japón, el fabricante del Prius, debido a una disputa marítima.

Ese fue el momento en que el gobierno estadounidense lanzó la campaña urgente para buscar fuentes internas de ese recurso tan importante.

«Se trata de un choque entra la oferta y la demanda, es un problema a nivel mundial. La clase media está creciendo y por lo tanto está creciendo la cantidad de gente que anhela tener cosas como teléfonos celulares», declaró Alex King, director del Instituto de Materiales Prioritarios, del laboratorio Ames del Departamento de Energía, en Iowa. «Nuestro objetivo es resolver ese problema de cualquier manera posible».

En la Universidad de Nevada en Reno y en la Escuela de Mineralogía de Colorado, científicos del instituto usan rayos láser para examinar las muestras de rocas y minerales recolectadas en el oeste de Estados Unidos durante la era de explotación del oro.

«Sería bueno si pudiésemos reciclar toda esta tierra, que era considerada desecho hace años, y que hoy en día no es para desechar», expresó Alan Koenig, científico del Instituto Geológico de Estados Unidos a cargo del proyecto.

Una muestra recolectada en 1870 de una zona cerca de Sparks, Nevada, donde los obreros buscaban fundar una mina de cobre, luce prometedora. Los científicos descubrieron que los minerales raros se encuentran junto a otros que antes consideraban ajenos.

«La mina de cobre nunca fue fundada, pero ahora, después de todos estos años, hemos analizado la tierra y vemos que tiene altos niveles de indium, un ingrediente de paneles fotovoltaicos. La tierra nunca produjo cobre, pero nos ilumina un poco sobre la combinación de metales que antes desconocíamos», destacó Koenig.

El indium también ha sido hallado en una mina de cobre, hoy inactiva, que está cerca del poblado artístico de Bisbee, en el sur de Arizona.

Koenig y sus colegas están tratando de averiguar la composición de todos los depósitos minerales del país que han sido examinados en los últimos 150 años. En algunos casos, el oro o el cobre fueron totalmente extraídos de las minas, pero las rocas abandonadas a un lado podrían contener valiosos ingredientes.

«Es como reescribir la historia», expresó.

Los expertos están recabando datos de 2 mil 500 muestras para entender mejor si es posible predecir dónde se hallan los metales raros, basado en la presencia de otros elementos.

«Si tuviera que decirle una cifra, yo diría que hemos hallado unas cuantas decenas de localidades que contienen niveles altos de esos metales», expresó Koenig. «Con este proyecto, el objetivo sería armar una enorme base de datos que nos permita predecir y establecer combinaciones».

Actualmente hay sólo una mina en Estados Unidos que produce metales raros, en Mountain Pass, en el desierto del sur de California. La empresa propietaria, Molycorp Inc., tiene como objetivo producir 20 mil  toneladas métricas de los metales en los próximos meses, incluyendo uno que se utiliza para pulir los lentes de telescopios y otros productos con vidrios.

El instituto geológico confía en que empresas como Molycorp le ayudarán a aprovechar sus estudios para descubrir depósitos de metales en tierras federales o locales.

«Si no fuera por los minerales raros, estaríamos solamente con los teléfonos celulares simples», afirmó Ridley.

«El Tío Sam podría estar sentado sobre una mina de oro» – Larry Meinert.

«Sería bueno si pudiésemos reciclar toda esta tierra, que era considerada desecho hace años, y que hoy en día no es para desechar» – Alan Koenig.

“Hemos hallado unas cuantas decenas de localidades que contienen niveles altos de esos metales» – Koenig